La palabra prode significa "pronóstico deportivo" y surgió en 1971, cuando la Lotería Nacional la utilizó por primera vez para darle nombre a un nuevo juego de apuestas que se puso en marcha en la primera fecha del Metropolitano 1972.
El prode consistía en predecir los resultados de 13 partidos de fútbol: nueve correspondientes de la primera división y los cuatro restantes de la segunda categoría. En caso de que ningún apostador acertara el resultado de todos los encuentros, ganaba quien había nueve partidos o más. Sin embargo, si ningún jugador lograba "pegarle" al mínimo establecido, el pozo quedaba vacante y se sumaba al del próximo fin de semana.
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La llegada del prode se oficializó con aval del Poder Ejecutivo Nacional a través de la la Ley 19.336. En cuanto a la recaudación, el artículo 2 destacó: "De las sumas provenientes de la recaudación de apuestas para este concurso se destinará: El treinta y siete por ciento (37 %) como mínimo para la asignación de premios. El doce por ciento (12 %) a pagar comisiones los agentes receptores. El siete por ciento (7 %) más para toda otra recaudación proveniente de premios prescriptos, venta de extractos, intereses, otros rubros y la economía de inversión de presupuestos anteriores para el presupuesto de gastos e inversiones que demande la explotación y el siete por ciento (7 %) para las entidades vinculadas con las actividades del fútbol argentino".
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Aunque fue furor en sus comienzos, con la llegada de nuevos juegos y de las apuestas virtuales, el prode fue perdiendo fuerza. Tal es así que, en 2018, desapareció como tal. En la actualidad, se sigue practicando entre amigos y familiares, pero no existe la posibilidad de hacerlo de forma oficial a través de una agencia o lotería.