La ciencia está en todo, hasta en las más mínimas líneas de expresión que pueden formarse en nuestros rostros con el paso del tiempo. Conocé el curioso proceso que habilita su aparición.
Podemos hacernos una idea de la edad de una persona observando los atributos de su cara y sobre todo de su piel. A medida que la gente envejece, es normal que aparezcan arrugas en el rostro.
En la actualidad estamos presenciando la simultaneidad de dos tendencias diametralmente opuestas que, sin embargo, conviven: por un lado la celebración de la vejez y la aceptación de los cambios corporales que aparecen con el pasar de los años; por otro, la democratización de las intervenciones estéticas y su difusión constante en redes sociales.
Ambas tendencias luchan por tener la última palabra sobre las arrugas. Posiblemente sea una discusión que dure décadas más. Mientras tanto seguirán existiendo, y aunque no sepamos qué les depara el futuro, podemos preguntarnos qué es lo que las causa hoy.
La piel está formada por tres capas:
Cuando somos jóvenes, no tenemos arrugas porque la piel hace un gran trabajo de estiramiento y retención de la humedad.
La dermis es elástica gracias a unas fibras llamadas elastina, que mantienen la piel joven. Una proteína de la dermis llamada colágeno también contribuye a prevenir las arrugas durante la infancia y adolescencia de una persona.
Pero con el tiempo, la dermis pierde tanto el colágeno como la elastina, por lo que la piel se vuelve más fina y tiene problemas para llegar a la epidermis con suficiente hidratación.
La grasa de la capa subcutánea, que da a la piel un aspecto regordete, también empieza a desaparecer. Por su parte, la epidermis comienza a descolgarse. Como resultado de todo ello, se forman arrugas.
No hay una edad mágica ni universal en la que a todo el mundo le salen arrugas. Algunas personas de 20 años las tienen, sobre todo alrededor de los ojos —llamadas "patas de gallo"— por entrecerrarlos o pasar demasiado tiempo al sol. Otras personas pueden tenerlas en la frente o en las manos.
También está la gente que pasa el umbral de los 20 y no muestra signo alguno de que vayan a aparecer arrugas sino hasta los 50 o 60 años.
Con el tiempo, sin embargo, todo el mundo tendrá al menos algunas. Es una parte natural del envejecimiento, de ser humano, de estar vivo.
La dermatología brindó, en las últimas décadas, formas de esquivar su aparición a una edad temprana sin tener que pagar por procedimientos estéticos. Para prevenir las arrugas, se recomienda:
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