El origen de la locución “No dar pie con bola” tuvo que ver con un juego de cartas. En muchos de ellos, al primero que le toca jugar se lo llama “mano” y al último, “pie”.
¿Cómo surgió la expresión “No dar pie con bola”?
Tal como lo indica el periodista argentino Daniel Balmaceda en “Historias de letras, palabras y frases” (2014), en los juegos de bazas (es decir, en aquellos en los que el desprendimiento de cartas en una ronda da un ganador parcial) quien es “pie” tiene la ventaja de haber visto el juego del resto. Antiguamente, en este tipo de juegos se llamaba “bola” al resultado de conseguir todas las bazas (o si se quiere, cada una de las rondas del juego) o a lograr las más valiosas. Por eso era importante que el “pie” supiera jugar con inteligencia para capturarlas. “No da pie con bola” era la expresión que se utilizaba para hacer referencia a quien no jugaba muy bien.
La lengua es un sistema convencional de signos utilizados por las sociedades para establecer una comunicación y, como tal, se encuentra en constante cambio. En este sentido, las frases más conocidas popularmente tuvieron su origen mucho tiempo atrás, en contextos muy diferentes a los de hoy en día. Tal es el caso de la expresión “No dar pie con bola”.
Significado actual de la frase
Hoy en día la expresión “No dar pie con bola” se utiliza sin pensar en el contexto que le dio origen. Por extensión, se trata de una frase que hace referencia a equivocarse reiterada o frecuentemente. Indica que alguien no logra hacer algo correctamente.