La lengua es un sistema convencional de signos utilizados por las sociedades para establecer una comunicación y, como tal, se encuentra en constante cambio. En este sentido, las frases más conocidas popularmente tuvieron su origen mucho tiempo atrás, en contextos muy diferentes a los de hoy en día. Tal es el caso de la frase “Vender humo”.
¿Cómo surgió la expresión “Vender humo”?
Tal como lo indica el periodista argentino Daniel Balmaceda en “Historias de letras, palabras y frases” (2014), la expresión “Vender humo” se originó entre los años 222 y 235 d.C, durante el gobierno del emperador romano Alejandro Severo. En aquel entonces existía un estafador llamado Vetronio Turino, quien aseguraba que mantenía fuertes lazos con las principales esferas de poder, incluso de mayor peso que Severo, quien —según decía Turino— era un hombre débil. Con ese cuento, vivía recolectando dinero a cambio de favores que nunca cumplía.
Los relatos de este falso influyente llegaron a oídos del emperador, así que enseguida sus súbditos atraparon a Turino y lo condenaron a la hoguera. Pero el emperador Severo fue más allá y ordenó que la fogata se hiciera con palos verdes para que generaran más humo y de esa manera muriera ahogado antes que quemado. Mientras tanto, un pregonero anunciaba: “Fumo punitur, qui vendidit fumum” (que significa “Castigo con humo a quien vendió humo”).
Significado actual de la frase
“Vender humo” actualmente quiere decir lo mismo que en los tiempos en los que gobernó el emperador romano Alejandro Severo. “Vender humo” es intentar sacar ventaja de otra persona a través de la promesa de algo que no será posible cumplir.