La lengua es un sistema convencional de signos utilizados por las sociedades para establecer una comunicación y, como tal, se encuentra en constante cambio. En este sentido, las frases más conocidas popularmente tuvieron su origen mucho tiempo atrás, en contextos muy diferentes a los de hoy en día. Tal es el caso de las expresiones “Ser de izquierda” y “Ser de derecha”.
¿Cómo surgieron las locuciones “Ser de izquierda” y “Ser de derecha”?
Tal como lo indica el periodista argentino Daniel Balmaceda en “Historias de letras, palabras y frases” (2014), el origen de las expresiones “Ser de izquierda” y “Ser de derecha” se remonta a los tiempos en los que transcurrió la Revolución Francesa. La primera Asamblea General tuvo lugar a fines de agosto de 1789 en el Palacio de las Tullerías, en París. Allí se debatía si la monarquía debía continuar participando en las cuestiones de Estado. El sector privilegiado, sentado a la derecha del recinto, apoyaba el regreso de Luis XVI. En cambio, la clase trabajadora, sentada a la izquierda, quería profundizar la revolución.
Aquella asamblea delineó un nuevo sentido para esas locuciones. Fuera del recinto, se hablaba de las “posturas de la derecha” y las “posturas de la izquierda”. Desde entonces, en el léxico político la diferenciación se mantiene: la “derecha” es más conservadora y la “izquierda” es más revolucionaria.
Significado actual de estas frases
Hoy en día las expresiones “Ser de izquierda” y “Ser de derecha” se utilizan sin pensar en el contexto que les dio origen. Por extensión, se trata de dos polos del espectro político. La “derecha” es el segmento que, por lo general, afirma que determinados órdenes sociales y jerarquías son inevitables o deseables, y se apoya en preceptos como la naturaleza humana, el derecho natural, la economía o la tradición. Por su parte, la “izquierda” es el sector del espectro político que defiende, entre otras cuestiones, la igualdad social en detrimento de las jerarquías entre individuos.