Llega la Navidad y hay que preparar todo lo necesario para compartir en familia. Además de los regalos, la comida y las bebidas empiezan a ocupar importancia en los quehaceres domésticos para tener todo listo para la noche del 24 de diciembre.
Navidad es una de las festividades donde las familias suelen reunirse para compartir un momento agradable. Y si se trata de encuentros, la comida siempre ocupa el centro de la celebración.
Si bien con el paso de las décadas algunas costumbres han cambiado, hay un plato que es sinónimo de mesa navideña y que mantiene su vigencia: el vitel toné. Pero ¿de dónde proviene? ¿Por qué parece prepararse únicamente en las fiestas?
Origen del Vitel Toné
Existen dos versiones acerca de su origen. Una plantea que es francés y otra que es italiano. La polémica se relaciona con que a veces se lo suele confundir con otra receta que proviene de Burdeos. Pero lo cierto es que la receta llegó a la Argentina de la mano de los inmigrantes italianos, quienes llegaron al Río de la Plata entre fines del siglo XIX y principios del XX.
El vitel toné proviene de la región del Piamonte en Italia y su nombre original es “vitello tonnato”, cuya traducción sería algo así como “ternera al atún”. Los ingredientes varían según quien cocine, pero la receta clásica italiana lleva carne de ternera (peceto), atún, anchoas, mayonesa, mostaza, huevos duros, apio, ajo, romero, laurel, cebolla, zanahoria, alcaparras, vino y aceite de oliva.
El origen de la receta se relaciona con la cercanía al mar y al puerto de Génova, lo que le permitió a los habitantes del lugar tener acceso al atún y a la carne, las materias primas del plato.
El plato se convirtió en la entrada predilecta de las y los argentinos. ¿Por qué? El calor de diciembre hace preferir comidas frescas y el vitel toné se come frío. Otra cuestión es que se trata de una preparación relativamente sofisticada pero cuya preparación no implica gran dificultad. Y un tercer motivo puede radicar en que es una forma de mantener las tradiciones de los antepasados italianos. Sin embargo, un dato curioso es que, en su tierra natal, el vitel toné ya casi no se consume porque se lo considera un plato obsoleto y tampoco es considerado festivo.
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