Se encuentra en el interior de la reserva La Payunia, a 500 kilómetros de la capital principal, en una zona rodeada por más de 800 volcanes.
Mendoza es conocida como la tierra del buen vino y de los terrenos cordilleranos, protagonizados por el gran Aconcagua. Pero, además de estos puntos destacados, también tiene algunos paisajes menos conocidos como su desierto negro, rodeado de 800 volcanes.
Así es. Al sur de la provincia se encuentra la gran reserva La Payunia, identificada como uno de los sectores más volcánicos del mundo. Allí, la naturaleza es protagonista y sobran los atractivos turísticos para los amantes de las aventuras.
Pero, además de los picos que se roban todas las miradas, también hay que resaltar la importancia y belleza del desierto negro, que se extiende por decenas de kilómetros y sorprende a primera vista.
Debido a la magnitud del paisaje, es evidente que visitar el desierto negro de Mendoza y otros sectores de la reserva requiere de una gran travesía, en la cual se deberán atravesar lugares muy desolados.
Y, a pesar de que el sitio está alejado de las grandes ciudades y se encuentra a más de 500 kilómetros de Mendoza capital, está próximo a la turística ciudad de Malargüe (160 kilómetros).
Por lo tanto, dicha localidad cuyana es un excelente punto de partida para iniciar un viaje rumbo al desierto negro. En primer lugar, será necesario recorrer la prestigiosa Ruta Nacional 40 hacia el sur, para luego tomar el primer desvío con la Ruta Provincial 186.
De todas formas, gracias a la inmensidad de la reserva, también es posible acceder por otras carreteras menos transitadas como, por ejemplo:
La reserva La Payunia es un lugar de Mendoza repleto de maravillas naturales, como el desierto negro, en donde antiguamente se registró una intensa actividad volcánica, la cual tomó protagonismo en todo el lugar.
Y, debido a la relevancia que este sitio tiene para la provincia, antes de visitarlo es importante saber que:
Los científicos aseguran que esta región de Mendoza ha presenciado una cantidad innumerable de erupciones volcánicas en el pasado. Y, debido a su impacto y el paso del tiempo, la lava fragmentada ha formado el desierto negro.
Sucede que este sector de la reserva, también conocido como “Pampas Negras”, se creó mediante “bombas volcánicas”. Estas se denominan como trozos de lava que se esparcieron en estado líquido sobre la tierra y, al enfriarse, tomaron diferentes formas.
Es por eso que, además de haber teñido al suelo arenoso de un color negro, también han dejado enormes formaciones rocosas con un diseño único en Argentina y el mundo.
Además de viajar en grupo y trasladar todas las provisiones necesarias para abastecer a los integrantes del mismo durante un día de aventuras, hay una serie de recomendaciones a tener en cuenta para disfrutar la reserva y el desierto negro.
Por un lado, es aconsejable llegar con tiempo de sobra para aprovechar algunas de las excursiones. Estas se realizan durante todo el año y tienen una duración aproximada de 12 horas.
Y, en el caso de que los viajeros deseen recorrer el sitio por su cuenta, lamentablemente no será posible. Sucede que la reserva La Payunia no está señalizada y es por eso que todos los visitantes deberán recorrerla acompañados por un guía habilitado por la Secretaría de Turismo de Malargüe.
Finalmente, otra de las recomendaciones a seguir para aprovechar al máximo la experiencia de recorrer la reserva y el desierto negro, es animarse a realizar:
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