Se realiza una vez al año en Entre Ríos, se organiza desde 1999 y en su última edición contó con la presencia de más de 45.000 personas.
La famosa Fiesta de Disfraces de Paraná es un evento multitudinario que surgió de forma inesperada a mediados de 1999 y en la actualidad se convirtió en el encuentro de personas disfrazadas más grande de América Latina.
Tal cual se anuncia con su nombre, esta celebración se realiza una vez al año en la capital de Entre Ríos, en un predio al aire libre especialmente acondicionado para recibir a una multitud.
Y, si bien desde la organización de la fiesta de disfraces tuvieron que cancelar las ediciones del 2020 y 2021 por el Coronavirus, regresó en noviembre del 2022 con una asistencia récord.
Según los registros oficiales de la última edición de la Fiesta de Disfraces de Paraná, el evento contó con la presencia de más de 45.000 personas disfrazadas, que se trasladaron desde diferentes lugares para disfrutar.
El evento, que se realiza durante una sola noche, es tan popular que genera un amplio movimiento turístico. Es decir, miles de personas viajan durante muchas horas para encontrar un hospedaje, disfrazarse y bailar hasta el amanecer.
Una clara evidencia de lo mencionado es que, gracias a las últimas cifras calculadas, se pudo confirmar que solo el 45% de los asistentes son oriundos de Entre Ríos. Esto significa que el 55% restante se traslada desde otras provincias e incluso desde países limítrofes como, por ejemplo, Uruguay.
Entonces, por la magnitud del evento, su historia y el importante poder de convocatoria, la Fiesta de Disfraces de Paraná no solo es la más grande de América Latina, sino que también fue declarada de Interés Cultural y Turístico por la Provincia de Entre Ríos y por la Municipalidad de Paraná.
La fiesta de disfraces más grande de Latinoamérica comenzó como un pequeño evento en 1999, realizado por un grupo de seis amigos que se reunieron para festejar un cumpleaños y disfrazarse.
Pero, gracias al poder de difusión y las intenciones de mantener una tradición festiva, la celebración creció muy rápido durante los años siguientes y ya para 2002 tuvieron que alquilar un salón y se animaron a cobrar entrada.
Finalmente, la cantidad de personajes disfrazados siguió aumentando año tras año y, por lo tanto, hoy se convirtió en una fiesta de disfraces que se caracteriza por:
Si bien la Fiesta de Disfraces de Paraná está orientada para un público joven de entre 18 y 30 años, desde la organización anuncian que no hay límite de edad y que todas las personas que asistan encontrarán un espacio para disfrutar.
Es por eso que en la actualidad, no solo es posible encontrar grupos de amigos adolescentes en el lugar, sino también parejas, familiares y hasta abuelos que llegan para disfrutar la noche, con un disfraz de por medio.
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