Santino Guglieri es un joven de dieciséis años que está por cursar el último año de la secundaria en el Colegio Nacional de Paraná, en Entre Ríos. Fue diagnosticado con autismo cuando tenía tres años, pero eso no le impidió alcanzar grandes logros. Cuando era muy chico ganó dos veces el “Concurso Literario” de la Biblioteca Popular de Paraná. En 2017, a sus trece años, solicitó al Poder Ejecutivo Nacional, mediante una carta que él mismo escribió, que se impulsara una ley que exigiera a los supermercados donar a sitios de caridad los alimentos que no se vendieran. Gracias a su solicitud, la Cámara de Diputados de la Nación aprobó una modificación en la ley 25.989 de Régimen Especial para la Donación de Alimentos en Buen Estado, también conocida como “Ley Donal”. Ese mismo año fue nombrado “Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Paraná”. Actualmente estudia japonés y lee mucho. 

- En 2017 fuiste nombrado “Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Paraná”. ¿Cuál fue el motivo?

- Fue por la carta que le mandé en 2017 al que entonces era presidente, por el tema de la donación de alimentos. 

- ¿Cómo se te ocurrió mandar esa carta? ¿Qué estabas haciendo en el momento en que se te ocurrió?

- No me acuerdo cuál fue el momento exacto en que se me ocurrió la idea, pero pensé que sería un buen gesto simbólico mandar esa carta. Como ya pasó un buen tiempo, no me acuerdo bien los detalles, pero recuerdo que la escribí y la imprimí como para mandarla. 

- ¿Esperabas alguna respuesta?

- Lo hice para probar, supongo. No esperaba que me dieran una respuesta.

- Antes de pedir por la donación de alimentos ganaste dos veces un concurso literario. ¿De qué trataban los textos que te hicieron ganar?

- Eran dos historias cortas. Las dos eran historias de terror, más o menos. “Ojo rojo” y “Pasillos” se llamaban. “Ojo rojo” era acerca de un tipo que recibe una carta de un asesino serial y “Pasillos” de un tipo que está atrapado en unos pasillos interminables.

- ¿Cómo te sentiste cuando te dieron un premio por esos dos relatos?

- Y no sé, me sentía orgulloso. Orgulloso de mí. 

- ¿Por qué escribís?

- Escribo porque hay algo que quiero transmitir, una idea o algo que sé. Supongo que por eso escribo. También para divertir a los demás.

- ¿Y cuando leés un libro qué sentís?

- Depende del libro. No es que lea un libro de un mismo tema, de una misma cosa. Suelo leer textos de ciencia ficción o fantasía. Cuando leo ficción, normalmente busco algo relacionado con la historia, la política o mundos distópicos. 

- ¿Sabés qué te gustaría hacer o estudiar cuando termines la secundaria?

- Todavía lo estoy pensando, pero en este momento tengo pensado Antropología o Historia. 

- ¿Qué te gusta de esas carreras?

- Me gusta investigar acerca del mundo, de la historia y la cultura.

- ¿Te gusta la escuela?

- Me aburre un poco. La escuela tendría que ser divertida para que a cada uno le interese, pero las ideas divertidas varían de persona a persona, es algo subjetivo. A mí me interesan más los temas sociales que Matemática, Química u otras materias. 

- ¿Qué pensás cuando escuchás la frase: “La juventud está perdida”?

- Normalmente la gente dice eso, pero me parece una frase muy errada, medio que me molesta, pero eso no me detiene para hacer mis cosas.

¿Te gustó la historia de Santino? Próximamente compartiremos más experiencias de chicos y chicas de todo el país en la sección “Jóvenes protagonistas”.

También te puede interesar: Lisandro Acuña: “Cualquier joven merece tener a alguien que lo motive al lado”