Nuestro país esconde numerosos tesoros turísticos, escondidos en lugares pacíficos o poco transitados. Al no ser populares, se convirtieron en espacios reservados a la espera de ser descubiertos por turistas curiosos. A continuación, tres joyas truquesas ubicadas en la provincia de Río Negro.
Lago Pellegrini, un increíble espejo de agua de Río Negro
Al norte de la provincia de Río Negro, en pleno corazón de la Patagonia Argentina, se encuentra el Lago Pellegrini: un espejo de agua artificial, que se destaca por su belleza y su gran popularidad entre turistas y vecinos de la zona.
Su formación tuvo lugar hace más de 100 años en un área de depresión natural llamada Cuenca Vidal, a pocos kilómetros de la ciudad de Cinco Saltos, cerca del límite con Neuquén.
Y, a pesar de que no se haya formado en condiciones naturales, con el correr de los años el Lago Pellegrini se convirtió en un punto muy importante de la región, que influye de forma positiva en el río Neuquén.
Glaciar Hielo Azul
Hielo Azul es un glaciar que está ubicado en la localidad de El Bolsón, en la provincia de Río Negro. A sus pies se encuentra el lago homónimo, un espejo de agua turquesa donde se reflejan las cumbres nevadas.
Forma parte del Circuito Cerro Hielo Azul – Laguna Natación, donde se puede acampar solo con previa autorización. Es un lugar ideal para hacer trekking pero teniendo en cuenta que "presenta un grado de dificultad importante, por lo que se recomienda transitarlo con extrema precaución".
Lago Guillelmo
Lago Guillelmo es un espejo de agua que está en la provincia de Río Negro. Queda a 35 kilómetros del centro de Bariloche en las cercanías de Villa Mascardi, un poblado eminentemente turístico.
Este punto turístico es ideal para los amantes de la pesca con mosca. Se destaca por permitir la pesca deportiva de grandes truchas. Además, está permitido acampar tanto de forma libre como contratando el servicio de camping que se encuentra en el lugar.
La costa es angosta, con sectores de arena o piedras pequeñas, y hay espacio para ubicarse distanciado del vecino y tener garantizado un poco de sombra que ofrece la vegetación virgen del lugar.
