Alcanza 365 metros de longitud, estuvo en servicio durante más de cuatro décadas y actualmente es identificado como una atracción turística.
En la provincia de Tucumán, dentro de la localidad de El Cadillal y en medio de la naturaleza, se encuentra un gigantesco e histórico puente ferroviario que es conocido como el Viaducto del Saladillo.
Esta construcción, que tiene 140 años de historia, se diseñó para permitir el paso de pesadas y largas formaciones, durante las últimas décadas del siglo XIX. Y, tal cual lo planeado, los trenes circularon por el lugar durante más de 40 años.
Sin embargo, debido a una serie de inconvenientes que afectaron la estabilidad del puente, este se clausuró en el siglo XX y, desde entonces, es considerado una atracción turística de la provincia.
Ante la expansión de los trenes que experimentó el suelo argentino durante el siglo XIX, surgió la necesidad de construir un recorrido del Ferrocarril Central Norte que continuara el tramo Villa Muñecas-Tapia, en Tucumán.
Pero, como atravesaba una zona repleta de desniveles y naturaleza, ubicada en el límite de las localidades de El Cadillal y Nueva Esperanza, del Departamento Tafí Viejo, surgió la idea de diseñar el Viaducto del Saladillo.
Tras recibir la autorización necesaria, las obras iniciaron en 1881 y finalizaron con éxito tres años después. Para lograr este desafío, los trabajadores siguieron los planos del italiano Cristóbal Giagnoni, que luego aprobó el ingeniero Guillermo White.
Luego de su gran apertura, el Viaducto del Saladillo recibió numerosos trenes durante 43 años. Pero, de forma inesperada, cerró en 1927 y nunca más entró en servicio.
Pero, antes de conocer los detalles de su clausura, es importante tener en cuenta que este enorme puente ferroviario:
De regreso a la historia del Viaducto del Saladillo, su cierre definitivo sucedió porque, cinco años antes, especialistas notaron fallas en la estructura, causadas por la erosión pluvial.
Entonces, para evitar un accidente, clausuraron este cruce elevado, que se sustituyó por uno metálico, en 1928. Curiosamente, esta estructura continúa en servicio y es utilizada por trenes que pertenecen al Ferrocarril General Belgrano.
Por último, es importante mencionar que el Viaducto del Saladillo permanece abierto para los turistas. Para llegar al lugar, la alternativa más utilizada es un camino de tierra de tres kilómetros de longitud que está unido con la Ruta Nacional 9 y se encuentra a 27 kilómetros de San Miguel de Tucumán.
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