Se encuentra en México, tiene 100 metros de altura y solo se puede apreciar en su plenitud desde una vista aérea.
En el municipio Valle de Chalco Solidaridad, ubicado a 40 kilómetros al sureste de la Ciudad de México, hay un enorme volcán llamado Xico que, por su extraño formato, es conocido como el “ombligo” del mundo.
A pesar de que permanece extinto y perdió la mayor parte de su estructura, el enorme cráter, que alcanza una altura máxima de 100 metros, se mantiene intacto y repleto de campos.
Y, aunque no es uno de los volcanes más conocidos de México, su ubicación, su extraño formato y la particularidad de que solo se puede apreciar en su plenitud desde una vista aérea, hacen del Xico un punto turístico único.
El volcán Xico no es el único en esta región de México, ya que se formó, en tiempos prehispánicos, dentro de una zona volcánica denominada Chichinautzin.
Según los expertos, esta formación geológica emergió de la tierra hace más de 1.500 años y adquirió el nombre de “Xico” en relación a una palabra nativa denominada “xictli” que, a su vez, significa ombligo.
Y, aunque en la antigüedad era identificado como un cerro, los trabajos científicos en el lugar, sumadas a las vistas aéreas que se lograron realizar en el último siglo, se confirmó que el cráter pertenece a un antiguo volcán extinto.
Como hemos mencionado, el volcán Xico adquirió la forma de un anillo de toba, que apareció debido a la influencia de múltiples factores naturales que lo sometieron durante muchos años, como por ejemplo:
Pero, lo más curioso es que las personas que escalan en el lugar y realizan paseos por las inmediaciones del contorno del cráter, no pueden distinguir a nivel de suelo cuál es su forma.
Por lo tanto, la única manera de apreciar el “ombligo” del volcán Xico es a través de las imágenes satelitales o mediante pequeños vuelos turísticos, que se organizan desde la ciudad homónima.
De lo contrario, los turistas podrán apreciar la naturaleza del lugar, conocer su historia y recorrerlo en su totalidad, pero nunca accederán a una vista panorámica como la que se puede apreciar en la foto principal de este artículo.
Visitar el volcán Xico es una experiencia sorprendente, ya que la pared del cráter tiene 100 metros de altura y alcanza un diámetro de 1.400 metros. Por lo tanto, hay mucho terreno por recorrer.
Es por eso que, debido al incremento en el interés de los viajeros, la ciudad de Xico, que rodea a la formación geológica del mismo nombre, ofrece distintos paseos guiados por la zona.
Y, aquellos que no sepan como llegar a este destino turístico, simplemente deben abandonar la ciudad de México por la autopista que la une con Puebla y tomar un desvío por la Avenida López Mateo que avanza hasta la localidad del volcán.
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