“Yo tengo el sueño de que mis cuatro hijos pequeños vivirán un día en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel sino por el contenido de su carácter. ¡Yo tengo un sueño hoy!”. Ésta es solo una de las inolvidables frases que Martin Luther King pronunció en su reconocido discurso.
El 28 de agosto de 1963, el activista por los derechos civiles de la población negra pronunció ese conmovedor discurso ante una multitud que lo escuchaba emocionada durante la marcha en Washington por el trabajo y la libertad. Desde las escalinatas del monumento a Lincoln, Luther King ofreció uno de los mejores discursos de la historia.
Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, la lucha por los derechos humanos cobró importancia a nivel mundial. Para las décadas de 1950 y 1960, en los Estados unidos ganó fuerza el movimiento por los derechos civiles, con el que la población negra de ese país buscaba una igualdad de derechos ante las leyes nacionales. El movimiento contó con el apoyo de gran parte de la población blanca estadounidense.
Aunque Estados Unidos había abolido la esclavitud desde la segunda mitad del siglo XIX con la Guerra Civil, persistían la discriminación y el racismo, especialmente en el sur del país.
Desde 1955, Martin Luther King se entregó a la causa de la igualdad y el respeto de los derechos humanos de la población negra de su país, de las personas más pobres y de todas las víctimas de injusticias. Su arma de combate fueron las protestas pacíficas, en las que pronunció discursos que siguen resonando en la actualidad. Además, se caracterizó por su gran labor en conjunto con las Naciones Unidas, institución en la que confiaba para lograr sus sueños de igualdad.
En 1964, Martin Luther King recibió el Premio Nobel de la Paz convirtiéndose en el galardonado más joven hasta ese momento.
El 4 de abril de 1968, ese gran activista por los derechos humanos fue asesinado cuando se encontraba en el balcón de un hotel de Memphis, ciudad a la que había viajado para apoyar una huelga. El crimen provocó motines en todo el país y el presidente Lyndon B. Johnson declaró un día de luto nacional.
En 1978, la ONU le concedió de manera póstuma el Premio de las Nacional Unidas en el campo de los Derechos Humanos al considerar que encarnaba los principios de la Declaración Universal de esas garantías fundamentales.
“El doctor Martin Luther King fue uno de los gigantes morales del siglo XX. Dedicó su vida a la causa de la igualdad, la justicia y el cambio social sin violencia. Décadas después de su muerte sigue inspirando a toda la gente del mundo que lucha por los derechos y la dignidad humana frente a la opresión, la discriminación y la injusticia”, dijo el Secretario General de la ONU, António Guterres, el 4 de abril de 2018, al cumplirse medio siglo del asesinato de este líder de los derechos civiles.