Un grupo de astrónomos del CONICET participó recientemente de un hallazgo sorprendente: el descubrimiento de una estrella inusual dentro de nuestra galaxia. Se trata de una enana blanca magnética con atmósfera rica en helio y metales pesados, una combinación extremadamente rara que abre nuevas preguntas sobre la vida y muerte de las estrellas.
Este tipo de objeto celeste solo había sido detectado una vez antes en toda la Vía Láctea, por lo que el descubrimiento genera gran expectativa en la comunidad científica. El trabajo fue publicado en la revista especializada Nature Astronomy y contó con la colaboración de instituciones de Argentina, Alemania, Estados Unidos y Reino Unido.
Tres datos sobre el descubrimiento
- Nombre científico: WD J0551+4135
- Descubrimiento publicado: abril de 2024, en Nature Astronomy
- Colaboración internacional: participó un equipo del CONICET junto a investigadores de Europa y EE.UU.
¿Qué hace tan especial a esta estrella inusual?
Las enanas blancas son los restos que quedan cuando una estrella como el Sol agota su energía y colapsa. Por lo general, están compuestas principalmente de hidrógeno o helio, y su atmósfera no suele contener metales pesados.

Lo extraordinario de esta estrella inusual es que presenta una atmósfera dominada por helio, pero con abundancia de metales como el neón, el oxígeno y el magnesio, lo que desafía los modelos actuales sobre cómo se forman y evolucionan estos cuerpos.
Además, el equipo científico detectó que tiene un campo magnético extremadamente fuerte, lo que refuerza la teoría de que esta estrella podría haberse formado a partir de la fusión de dos enanas blancas, un evento muy poco frecuente en el universo.
El rol de los astrónomos argentinos en el hallazgo
Los científicos del CONICET que participaron del descubrimiento trabajan en el Instituto de Astrofísica de La Plata (IALP) y en el Instituto de Ciencias Astronómicas, de la Tierra y del Espacio (ICATE). Su aporte fue clave para analizar el espectro de luz de la estrella, un método que permite determinar su composición química.
Según Marcelo Miller Bertolami, uno de los investigadores argentinos involucrados, el hallazgo “plantea preguntas sobre los procesos de evolución estelar que aún no comprendemos completamente”.
El descubrimiento se logró gracias a observaciones realizadas con el telescopio espacial Gaia de la Agencia Espacial Europea, complementadas con datos de otros observatorios.

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