En 2011, millones de personas de todo el mundo participaron de una votación para elegir las siete maravillas naturales del planeta. Entre los sitios más impactantes por su biodiversidad, belleza o geografía, dos están en Sudamérica. Uno de ellos, precisamente, se encuentra en territorio argentino, y es una maravilla natural que cautiva a locales y extranjeros por igual.
Se trata de las Cataratas del Iguazú, ubicadas en la provincia de Misiones, dentro del Parque Nacional Iguazú. Este sistema de saltos de agua no solo es uno de los paisajes más visitados del país, sino que también representa un verdadero espectáculo natural.
Una maravilla natural entre Argentina y Brasil
Las Cataratas del Iguazú están formadas por 275 saltos individuales que se extienden a lo largo de 2,7 kilómetros. Aunque comparten frontera con Brasil, la mayor parte de estos saltos se encuentra del lado argentino. Su nombre proviene del guaraní: "y", que significa "agua", e "guazú", que significa "grande".
Lo que distingue a este sistema de cataratas es su caudal. Según datos del Parque Nacional Iguazú y National Geographic, es el mayor del mundo en cantidad de agua que fluye por segundo. Las alturas de las caídas varían entre los 60 y los 82 metros, y su distribución en forma de herradura permite una vista panorámica difícil de igualar.
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Uno de los puntos más impactantes del recorrido es la famosa Garganta del Diablo, donde el agua cae con una fuerza ensordecedora en un salto de más de 80 metros. Este sitio, rodeado por niebla constante y arcoíris, es el preferido de muchos visitantes.
Curiosidades sobre las Cataratas del Iguazú
La elección de las Cataratas del Iguazú como una de las siete maravillas naturales del mundo se debe, en parte, a una combinación de factores que las hacen inigualables:
- Ubicación: están dentro de una de las selvas más biodiversas de Sudamérica, en el límite entre Argentina y Brasil.
- Ecosistema: el área alberga más de 2.000 especies de plantas, 400 tipos de aves y numerosos mamíferos, como monos y coatíes.
- Patrimonio: fueron declaradas Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO en 1984.
Este entorno, además de ser imponente, cumple un rol clave en la conservación de especies y en la conciencia ecológica. Desde hace décadas, se promueven acciones para proteger el parque y sus recursos naturales, tanto del lado argentino como del brasileño.
