Durante la presidencia de Domingo Faustino Sarmiento, en el año 1869, se llevó a cabo el primer censo de Argentina. Fue un relevamiento poblacional inédito que permitió conocer, por primera vez, cuántos habitantes tenía el país y cómo estaban distribuidos.
En aquel año, el país contaba con 14 provincias bajo control del Estado nacional y, de manera simultánea, se realizó el relevamiento de datos en todas ellas. Dado que aún no se encontraban bajo dominio del Estado nacional, quedaron por fuera lo que hoy son las provincias de:
- Chaco,
- Chubut (excepto la Colonia Galesa),
- Formosa,
- La Pampa,
- Misiones,
- Neuquén,
- Río Negro,
- Santa Cruz,
- Tierra del Fuego.
¿Cómo se hizo el primer censo de Argentina?
El relevamiento de 1869 no fue un censo de viviendas, sino únicamente de población. Se aplicó el método de entrevista directa y cada persona fue registrada en el lugar en el que se encontraba ese día. Este procedimiento, conocido como censo de hecho, se mantuvo en los censos posteriores hasta 2010.
El cuestionario constaba de un puñado de preguntas, organizadas en una "lista nominativa", en la cual cada línea correspondía a un individuo. A pesar de su brevedad, esta información fue suficiente para brindar un panorama de la realidad demográfica del país.
Un detalle llamativo es la inclusión de una categoría denominada "condiciones especiales", donde se usaron términos hoy considerados prejuiciosos y despectivos. A la persona se preguntaba, por ejemplo, si era:
- Ilegítima,
- Amancebada,
- Demente,
- Sordo-muda,
- Ciega,
- Cretina,
- Imbécil,
- Con bocio,
- Inválida.
¿Cuál fue el resultado del censo de 1869?
Los datos, que se consiguieron entre el 15 y el 17 de septiembre de 1869, arrojaron un número exacto: 1.877.490 personas censadas, incluyendo tanto a los soldados que combatían en la Guerra de la Triple Alianza como a los argentinos que residían en el exterior.
En mayo de 1895, 26 años después, se realizó el segundo censo. Este contó con el doble de preguntas, cerca de 16, y buscó conocer más en profundidad a la población. Por eso, preguntó por los bienes inmuebles, la religión y la descendencia de las personas.
Además, había una diferencia: el segundo censo fue el primero en hacerse sobre una nación unificada. En total, el país pasó a tener 3.954.911 habitantes, más del doble de lo registrado en 1869.