En la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, hay un barrio que se destaca por su carácter, su gente y sus calles llenas de historia: Echesortu. Con una identidad marcada por sus orígenes ferroviarios y su vida barrial activa, este rincón rosarino supo ganarse un lugar en el mapa cultural y urbano de la ciudad.
Aunque durante décadas fue conocido de manera informal, en 2022 recuperó oficialmente su nombre gracias a una ordenanza del Concejo Municipal. Desde entonces, su historia volvió a resonar con fuerza entre quienes lo habitan y lo recorren día a día.
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Tres datos clave sobre Echesortu
- Nombre: en honor a Ciro Echesortu, empresario y pionero del loteo urbano.
- Año de anexión a Rosario: 1890.
- Curiosidad: la cortada Ricardone atraviesa más de 10 cuadras y es una de las más extensas del mundo.
Los orígenes de Echesortu
El nombre del barrio rinde homenaje a Ciro Echesortu, un ingeniero agrónomo y empresario de Rosario que, hacia fines del siglo XIX, fue dueño de grandes extensiones de tierra en esa zona. En 1886, Echesortu loteó sus terrenos para el desarrollo de viviendas, lo que dio origen a un pueblo que llevaría su apellido.

Con el tiempo, la expansión urbana de Rosario absorbió al poblado y lo integró a su ejido urbano. Así, Echesortu dejó de ser una localidad independiente y pasó a formar parte de la ciudad, aunque sin perder su identidad barrial. El 1 de enero de 1890 fue la fecha oficial en que se anexó a Rosario.
Durante gran parte del siglo XX, los planos oficiales lo identificaban como parte de los distritos "Centro" o "Oeste", lo que generó cierta confusión. Sin embargo, su gente continuó llamándolo por su verdadero nombre, hasta que en 2022 se restituyó oficialmente como barrio “Echesortu”.
Echesortu: historia, identidad y vida de barrio
El barrio está delimitado por las calles Tucumán, Avellaneda, Pellegrini y Felipe Moré. Dentro de sus límites, conserva algunos de los emblemas más característicos de Rosario, como la Cortada Ricardone, que se extiende por más de diez cuadras y es considerada una de las más largas del mundo.
En sus calles conviven viviendas antiguas con construcciones modernas, comercios tradicionales, escuelas, clubes barriales y parroquias con historia. Uno de los lugares más emblemáticos es la Parroquia San Francisco Solano, donde cada año se celebran actividades comunitarias.
La historia de Echesortu también está profundamente ligada al ferrocarril. En la zona funcionaron importantes talleres ferroviarios, y aún se conserva la estación Rosario Oeste, testigo del auge ferroviario de otros tiempos.