Al sur del océano Atlántico, a más de 1.000 kilómetros de Tierra del Fuego y a 232 kilómetros de cualquier otro tipo de tierra firme, emerge un grupo de rocas que llevan el nombre de “islas Aurora”. Curiosamente, la primera persona de la historia en poner un pie en el lugar fue el argentino Mario Giovinetto.
Giovinetto nació en La Plata, a mediados de 1933, y desde 1952 trabajó en estudios sobre regiones polares del mundo. Es por eso que, en el marco de una investigación científica, logró pasar un breve periodo en este remoto territorio.
Pero esta es solo una pequeña parte de su enorme trayectoria, que será narrada, en detalle, a continuación.
¿Quién descubrió las islas Aurora?
Bajo el nombre de islas Aurora, se agrupa a un conjunto de seis rocas (conocidas como Cormorán) y una séptima, que se llama roca Negra.
Como hemos mencionado, estas islas, que cubren una superficie de tan solo 0,2 kilómetros cuadrados, están en medio del océano Atlántico sur, en la región más septentrional del Arco de las Antillas Australes, lejos de todo.
La primera vez que se registró su existencia fue en 1762, cuando el navío español Aurora, al mando del capitán José de la Llana, las encontró en pleno viaje de regreso a España.
Durante los siglos posteriores, muchos otros navegantes, de diversas nacionalidades, intentaron detectarlas en el horizonte. Pero la tarea no es sencilla, debido a su escasa superficie, las islas Aurora suelen quedar ocultas como consecuencia de las grandes mareas y el clima adverso.
Es por eso que su existencia se registró en algunos mapas antiguos, pero en otros no. Incluso, se llegó a identificarlas como islas fantasma. Pero su existencia es un hecho y Mario Giovinetto lo comprobó.
¿Cómo llegó el argentino Mario Giovinetto a las islas Aurora?
Gracias a su vínculo con los estudios sobre regiones polares, en los que participó a partir de 1952 y su realización del servicio militar obligatorio en el Instituto Antártico Argentino, en 1954, a bordo del ARA Bahía Aguirre, el glaciólogo, climatólogo, y geógrafo argentino Mario Giovinetto logró llegar a las islas Aurora.
Puntualmente, su arribo en helicóptero a este remoto territorio del Atlántico Sur ocurrió en el marco de la campaña antártica argentina de 1955 y 1956.
Al llegar, no solo se convirtió en la primera persona de la historia en poner un pie en este sitio, sino también la primera en realizar estudios detallados del lugar y tomar muestras.
Luego de su presencia en el lugar, no muchas otras personas lograron repetir la hazaña. Es por eso que, hasta el día de hoy, la travesía de Mario Giovinetto en las islas Aurora es muy relevante.
Mirá También
Islas Aurora: las misteriosas piedras que sobresalen de la superficie al sur del océano Atlántico
¿Qué trabajos realizó Mario Giovinetto luego de su visita a las islas Aurora?
Como si no bastara con su viaje a las islas Aurora, Mario Giovinetto realizó muchas otras expediciones históricas a lo largo de su trayectoria laboral. Quizás, la más destacada llegó en 1958, cuando se convirtió en el primer argentino en acceder al Polo Sur.
Pero antes y después de este suceso, también completó hazañas muy destacadas, como, por ejemplo:
- Tres expediciones a glaciares de alta montaña en la Cordillera de los Andes.
- Expediciones glaciares en África.
- Dos estadías invernales en bases antárticas. Primero en la Base Byrd, a mediados de 1957, y después en la Base Polo Sur Amundsen-Scott, en 1958.
- Nueve estadías de verano en la Antártida.
- Trabajos de verano en Groenlandia.
Gracias a sus relevantes trabajos, el argentino Mario Giovinetto logró acumular más de 2.000 kilómetros de recorrido nival. Esto, a su vez, le permitió ser afiliado y luego subdirector del Instituto Antártico Argentino, entre 1953 y 1956.
Luego, Giovinetto se mudó a Estados Unidos, donde pasó el resto de su vida, y realizó numerosos viajes a Canadá. Entre ambos países realizó nuevas investigaciones con el:
- Instituto Ártico de Norteamérica, entre 1956 y 1959.
- Instituto de Estudios Polares de la Universidad Estatal de Ohio, entre 1959 y 1961.
- Centro de Estudios Polares Geofísicos de la Universidad de Wisconsin, entre 1961 y 1968.
¿Es cierto que una montaña de la Antártida lleva el apellido del argentino Mario Giovinetto?
Tras una vida repleta de trabajo, estudios y hazañas históricas, el argentino Mario Giovinetto falleció, con aproximadamente 91 años, el 6 de enero de 2024 en Estados Unidos.
Sin lugar a dudas, todos sus logros quedarán grabados por siempre en los libros de historia de Argentina y en muchos otros internacionales. Pero, por fortuna, este no será el único homenaje.
A modo de reconocimiento, en la Antártida hay una montaña que lleva su apellido: el Monte Giovinetto, de 4.090 metros sobre el nivel del mar.
