A pocos metros del Monumento Histórico Nacional a la Bandera, en pleno centro de la ciudad de Rosario, existe un edificio emblemático que sorprende con su color, sus decoraciones y su historia: el Palacio de los Leones.
Esta construcción, como se aprecia en las fotos, es muy llamativa. Pero, al mismo tiempo, es relevante, ya que se presenta como la sede del Poder Ejecutivo Municipal de la ciudad.
Y aunque abre muy pocas veces al turismo, está claro que el Palacio de los Leones se posiciona entre las construcciones más importantes de Rosario.
¿Cuándo se inauguró el Palacio de los Leones?
Décadas después de la creación de la Municipalidad de Rosario, la ciudad carecía de una sede propia. Es por eso que, antes de cerrar el siglo XIX, se propuso la construcción de un gran edificio, que cumpla dicho fin.
Así, el primer paso importante se dio el 7 de octubre de 1886, cuando se comenzó con la planificación de la obra. Luego, el segundo momento clave ocurrió el 27 de noviembre de 1888, cuando se aprobó el diseño propuesto por el arquitecto italiano Gaetano Rezzara.
En la fecha mencionada también se acordó que el Palacio de los Leones se debía construir en su terreno actual, emplazado en la esquina de las calles Buenos Aires y Santa Fe, frente a la Plaza 25 de Mayo y a escasos metros del Santuario Basílica Catedral de Nuestra Señora del Rosario.
Finalmente, la obra comenzó en 1891 y culminó con la inauguración del edificio, que tuvo lugar entre el 24 y el 25 de mayo de 1896. Por lo tanto, en muy pocos días cumplirá 129 años de historia.
¿Qué relación hay entre sus esculturas más famosas y una Catedral de Europa?
El Palacio de los Leones de Rosario, que actualmente está pegado al Pasaje Juramento (calle peatonal que une la Plaza 25 de Mayo con el Monumento Histórico Nacional a la Bandera), está repleto de detalles arquitectónicos curiosos.
Pero, de todos los elementos de decoración que conserva desde su inauguración, hay dos esculturas famosas, que casualmente resaltan hasta en el nombre del sitio: los leones.
Lo más curioso de su historia es que estas piezas de arte son idénticas a las que se encuentran en las escalinatas que permiten el ingreso a la Catedral de San Lorenzo de Génova, Italia.
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