El edificio del Congreso de la Nación, uno de los más importantes de Buenos Aires, cumple 119 años desde su inauguración oficial, el 12 de mayo de 1906. Aunque su construcción se extendió por varias décadas, desde el inicio fue concebido como un símbolo del poder legislativo y del proyecto institucional del país.
Todo comenzó en 1895, cuando el gobierno nacional lanzó un concurso público para proyectar un edificio que acompañara la capital en crecimiento. Hoy, 130 años después, el edificio no solo cumple una función legislativa sino que también se transformó en un símbolo nacional.

En su interior se encuentran obras de arte, esculturas y salones de estilo francés, italiano y español. Pero lo que más llama la atención a quien mira desde lejos y a quien pasa caminando son, sin duda, su fachada neoclásica y sobre todo su gran cúpula.
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¿Cuántos años duraron los obras del Congreso de la Nación?
Bajo la presidencia de José Evaristo Uriburu, fue seleccionado el diseño del arquitecto italiano Vittorio Meano, quien también diseñó el Teatro Colón. La piedra fundacional se colocó el 8 de noviembre de 1897, y durante los primeros años la construcción avanzó a buen ritmo.
Sin embargo, la muerte de Meano en 1904 interrumpió los trabajos. Quien lo reemplazó fue el arquitecto belga Julio Dormal, encargado de terminar el edificio. Finalmente, el Congreso de la Nación fue inaugurado en 1906 con una ceremonia presidida por el entonces mandatario José Figueroa Alcorta.

Aún así, la obra no se consideró completa hasta 1946, cuando se terminó de revestir la cúpula interior y se añadieron detalles ornamentales. Desde el 28 de diciembre de 1993, el Palacio del Congreso es un Monumento Histórico y Artístico Nacional.
¿Cuáles son las principales características del Palacio?
Además de ser la sede del Poder Legislativo, el edificio del Congreso de la Nación es una de las obras arquitectónicas más imponentes del país. Su diseño combina estilos europeos y materiales nobles que fueron traídos especialmente para la obra.

A lo largo de los años, este palacio fue escenario de debates históricos y de reformas que acompañaron el crecimiento institucional de la Argentina. Entre sus principales características se destacan:
- Una cúpula central de 80 metros de altura, visible desde varios puntos de la ciudad, coronada por una estatua de bronce que representa la República.
- El uso de mármoles italianos, granitos patagónicos y maderas nobles en pisos, columnas y revestimientos.
- La presencia de vitreaux, murales y esculturas realizados por artistas argentinos y europeos.
- Tres salones principales: la Cámara de Diputados, la Cámara de Senadores y el Salón Azul, destinado a actos oficiales.
- Una escalera central de mármol de Carrara, inspirada en la arquitectura del Renacimiento.
- La declaración como Monumento Histórico Nacional en 1993 por su valor patrimonial.
Según la Dirección de Cultura del Senado, el edificio conserva una gran cantidad de mobiliario original, además de documentos y objetos históricos que forman parte del acervo cultural del Congreso.

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