El Parque Nacional Alpine se encuentra en el estado de Victoria, Australia, y es una de las reservas naturales más extensas del país, con 646.000 hectáreas de superficie. Su territorio abarca una gran parte de la cordillera de los Alpes Australianos y ofrece paisajes que cambian radicalmente con las estaciones: desde llanuras nevadas en invierno hasta valles floridos en primavera.
Este parque forma parte de un corredor ecológico que conecta con otras áreas protegidas, lo que lo convierte en un refugio vital para la biodiversidad de la región. Su altitud y clima lo distinguen de otros entornos australianos, ya que aquí se pueden encontrar praderas alpinas, bosques de eucaliptos y humedales de gran valor ecológico.
Historia y características

El área que hoy ocupa el Parque Nacional Alpine tiene una larga historia de uso humano. Antes de la llegada de los colonos europeos, fue habitada por comunidades aborígenes que dependían de sus recursos naturales para alimentarse y realizar ceremonias culturales. La preservación oficial comenzó en 1979, y desde entonces se han ampliado sus límites para proteger ecosistemas frágiles y especies amenazadas.
Entre sus principales características destacan:
- Extensión: 646.000 hectáreas.
- Altura máxima: Monte Bogong, con 1.986 metros, el pico más alto de Victoria.
- Ecosistemas: bosques de montaña, praderas alpinas, humedales y ríos cristalinos.
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El parque es hogar de animales como el ualabí de roca, el wombat común, numerosas aves y reptiles. Además, crecen plantas endémicas que no se encuentran en ninguna otra parte del mundo.
Turismo, actividades y curiosidades del Parque Nacional Alpine

El Parque Nacional Alpine es uno de los destinos más buscados para los amantes de la naturaleza y los deportes al aire libre. En invierno, se convierte en un centro para el esquí de travesía y las caminatas con raquetas de nieve. Durante el resto del año, se pueden recorrer sus senderos en bicicleta, practicar senderismo o acampar bajo un cielo repleto de estrellas.
Una de sus curiosidades es que es uno de los pocos lugares de Australia donde nieva de manera regular, un fenómeno que lo diferencia de la imagen más conocida del país, dominada por playas y zonas áridas. Además, alberga restos históricos de cabañas utilizadas por ganaderos en el siglo XIX, que hoy forman parte del patrimonio cultural de la región.
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Visitarlo implica respetar sus frágiles ecosistemas, ya que la conservación es una prioridad para las autoridades australianas. Por eso, gran parte de sus rutas y áreas de acampe están reguladas para minimizar el impacto ambiental.