Cabo Catoche es el punto más septentrional de la península de Yucatán, en México, y el lugar donde el mar Caribe se encuentra con el Golfo de México. Se encuentra a unos 53 kilómetros de Isla Holbox y es accesible principalmente por lancha desde esta isla, lo que contribuye a que siga siendo un sitio poco explorado por el turismo masivo.
La travesía hacia Cabo Catoche no solo es una experiencia escénica, sino también una oportunidad para apreciar la biodiversidad que lo rodea: manglares, delfines, tortugas marinas y aves migratorias convierten el trayecto en un espectáculo natural.
Paisajes y atractivos de Cabo Catoche

Cabo Catoche es famoso por sus aguas cristalinas, sus playas de arena blanca y sus arrecifes, ideales para el buceo y el esnórquel. En la zona abundan peces tropicales, corales coloridos y restos de antiguos naufragios, que narran la historia marítima de la región.
Quienes visitan este rincón pueden disfrutar de:
- Playas vírgenes con arena fina y aguas tranquilas.
- Arrecifes de coral perfectos para explorar la vida submarina.
- Avistamiento de fauna, incluyendo flamencos, tortugas y delfines.
Además, en Cabo Catoche desemboca el río Yalahau, cuyas aguas dulces se mezclan con el mar, generando un ecosistema único.
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Historia y curiosidades de Cabo Catoche
Más allá de su belleza natural, Cabo Catoche es un lugar cargado de historia. Según crónicas, fue aquí donde en 1517 los expedicionarios españoles comandados por Francisco Hernández de Córdoba tuvieron el primer contacto documentado con los mayas. Este encuentro marcó el inicio de una compleja etapa de intercambio y conflicto entre ambas culturas.
Otro dato curioso es que su nombre proviene de la lengua maya: Catoche significaría “nuestro pueblo” o “nuestra casa”. Hoy en día, las ruinas de antiguos asentamientos y restos de templos prehispánicos aún se encuentran ocultos entre la vegetación.
¿Cómo visitar este paraíso de México?

Actualmente, Cabo Catoche no cuenta con infraestructura turística desarrollada, lo que lo convierte en un destino ideal para quienes buscan desconexión y naturaleza intacta. Las excursiones parten principalmente desde Isla Holbox y suelen incluir actividades como pesca deportiva, esnórquel y paseos por los manglares.
Por su condición de área protegida, es importante visitar el lugar con guías autorizados para asegurar la preservación de su frágil ecosistema.
