El corazón sangrante (nombre científico Lamprocapnos spectabilis) es una planta perenne originaria de Asia que deslumbra a todos los que la observan. Sus flores, de un llamativo color rosado con detalles blancos, tienen la forma de un corazón del que cae una pequeña gota, como si estuviera latiendo o “sangrando”.
Esta peculiar apariencia le dio el nombre con el que se la conoce en gran parte del mundo, y convirtió a la especie en una de las favoritas para jardines, ramos y regalos románticos.
Características principales del corazón sangrante
El corazón sangrante pertenece a la familia de las Papaveráceas y es una planta que puede crecer hasta 70 centímetros de altura. Sus hojas son verdes, finamente divididas, y contrastan con las flores colgantes que suelen aparecer en primavera.
Entre sus rasgos más destacados se encuentran:
- Origen: Nativa de China, Corea y Japón.
- Floración: Se da principalmente entre abril y junio.
- Tamaño: Puede alcanzar entre 60 y 90 centímetros de altura.
- Cultivo: Prefiere climas templados, sombra parcial y suelos húmedos y bien drenados.
Un símbolo de amor y delicadeza
Por su aspecto tan particular, el corazón sangrante es considerado un símbolo de amor, sensibilidad y ternura. En varios países de Asia, regalar esta flor en fechas especiales, como el Día de San Valentín, es una tradición cargada de significado.
En el lenguaje de las flores, se interpreta como una muestra de afecto profundo y romántico, lo que explica por qué sigue siendo tan buscada para decorar jardines y arreglos florales.
Curiosidades sobre el corazón sangrante
Además de su belleza, el corazón sangrante esconde datos curiosos que la vuelven aún más fascinante:
- Fue descrita científicamente en el siglo XIX por el botánico Philipp Franz von Siebold.
- Aunque parece frágil, es resistente al frío y puede sobrevivir a inviernos intensos.
- Sus flores no duran mucho tiempo cortadas, lo que refuerza su asociación con la fugacidad del amor.
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Corazón sangrante: una planta que conquista jardines del mundo
Hoy, el corazón sangrante se cultiva en distintas partes de Europa y América, donde se adapta con facilidad a parques y jardines. Gracias a su forma tan llamativa, es considerada una de las especies ornamentales más bellas del planeta.
Su cuidado es sencillo siempre que se mantenga en sombra parcial y reciba un riego constante, lo que la convierte en una elección ideal para quienes buscan darle un toque romántico a sus espacios verdes.
