Aunque muchas personas podrían pensar que los perros tienen el mejor olfato del mundo animal, lo cierto es que hay otra especie que los supera ampliamente: el elefante africano. Según un estudio de la Universidad de Tokio, este es el animal con mejor olfato porque tiene la mayor cantidad de genes olfativos identificados hasta ahora, con más de 2.000 receptores diferentes.
Esto significa que los elefantes africanos pueden detectar olores a largas distancias, diferenciar entre una enorme variedad de compuestos químicos y usar su olfato para comunicarse, encontrar alimento y hasta identificar peligros. Su trompa, que también funciona como nariz, es una herramienta clave en este sentido.
Animal con mejor olfato: ¿quiénes siguen en la lista?
El reino animal está lleno de especies con una asombrosa capacidad para percibir olores. Algunos lo hacen para cazar, otros para sobrevivir, reproducirse o guiarse en su entorno. A continuación, repasamos algunos de los animales con mejor olfato del planeta:
- Perro de San Huberto: también conocido como Bloodhound, es la raza canina con mayor capacidad olfativa. Puede seguir un rastro de hasta 15 días de antigüedad.
- Elefante africano: líder absoluto en genes olfativos, con más del doble que los perros y cinco veces más que los humanos.
- Polilla de seda: los machos detectan feromonas de las hembras a 11 km de distancia, lo que les permite encontrar pareja en vastos territorios.
- Oso pardo: su olfato es tan agudo que puede localizar alimento a kilómetros, incluso bajo tierra o nieve.
- Delfines: aunque su olfato no es fuerte, tienen un sistema alternativo de detección de sustancias químicas en el agua, lo que los convierte en especialistas submarinos.
El rol del olfato en la naturaleza
El olfato es uno de los sentidos más desarrollados en muchos animales. Gracias a él, pueden sobrevivir en ambientes hostiles, comunicarse sin necesidad de emitir sonidos y adaptarse mejor a su entorno. Por eso, estudiar el sistema olfativo de otras especies ayuda a entender también cómo funcionan estos mecanismos en los seres humanos.
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Además, muchos de estos animales son entrenados para realizar tareas especiales. Por ejemplo, los perros rastreadores son fundamentales en búsquedas de personas, detección de sustancias ilegales o incluso enfermedades como el cáncer. En la naturaleza, el olfato puede significar la diferencia entre la vida y la muerte.
