La cordillera más larga del mundo no está sobre la superficie terrestre, sino bajo el océano Atlántico. La Dorsal Mesoatlántica, o Mid-Atlantic Ridge, es un gigante submarino que supera ampliamente a los Andes.
Cuando pensamos en montañas extensas, es común que la Cordillera de los Andes sea la primera en venir a la mente. Con más de 7.000 kilómetros de longitud, atraviesa gran parte de Sudamérica y es la cadena montañosa más extensa en tierra firme. Sin embargo, la cordillera más larga del planeta no se ve a simple vista: está bajo el mar y se llama Dorsal Mesoatlántica, también conocida en inglés como Mid-Atlantic Ridge.
La cordillera más larga: un gigante oculto en el océano
La Dorsal Mesoatlántica se extiende a lo largo de 16.000 kilómetros, desde el Ártico hasta el Atlántico Sur. Forma parte de un sistema de dorsales oceánicas que rodea al planeta como una cicatriz submarina.
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Esta cordillera es el límite entre varias placas tectónicas, entre ellas la placa Euroasiática, la Africana y la Sudamericana, que se separan lentamente a un ritmo de unos pocos centímetros por año. Ese movimiento constante genera actividad volcánica y sismos submarinos.
En Islandia, un punto de la dorsal emerge a la superficie y permite ver de cerca este fenómeno geológico único. Allí, turistas y científicos pueden caminar literalmente sobre el límite de dos placas continentales.
Diferencias con la Cordillera de los Andes
Aunque ambas son cadenas montañosas, la Cordillera de los Andes y la Dorsal Mesoatlántica tienen orígenes y características distintas:
- Ubicación: los Andes recorren Sudamérica; la Dorsal Mesoatlántica está bajo el océano Atlántico.
- Extensión: los Andes alcanzan 7.000 km; la dorsal supera los 16.000 km.
- Formación: los Andes se originaron por el choque de placas tectónicas; la dorsal, en cambio, por la separación de placas que genera nueva corteza oceánica.
Datos curiosos sobre la Dorsal Mesoatlántica
- Es dos veces más larga que los Andes.
- Recorre todo el océano Atlántico de norte a sur.
- En Islandia, se puede observar en la superficie.
Gracias a su magnitud y relevancia geológica, la Dorsal Mesoatlántica es considerada una pieza clave para entender cómo funciona nuestro planeta. Aunque permanece oculta bajo el agua en la mayor parte de su recorrido, representa la cordillera más larga del mundo.
