El río Roe se encuentra en la ciudad de Great Falls, en Montana, Estados Unidos. Por su diminuta longitud, que oficialmente alcanza los 61 metros, tuvo el reconocimiento de los Guinness World Records como el río más corto del mundo. Nace en el Oasis Spring, un manantial de aguas cristalinas, y desemboca en el río Missouri, completando un recorrido extremadamente breve pero llamativo para los curiosos y turistas.
Este río se distingue por su rapidez: a pesar de su tamaño, las aguas del Roe fluyen con notable velocidad debido a la pendiente que presenta desde su origen hasta su desembocadura. Su pequeño tamaño no le quita importancia ecológica, ya que funciona como hábitat de diversas especies de peces y plantas acuáticas que encuentran refugio en sus aguas frías y limpias.
Récords y visitas

El río Roe no solo es famoso por ser el más corto del mundo, sino también por las anécdotas que acumuló a lo largo del tiempo. Entre sus curiosidades más destacadas se encuentran:
- Récord oficial: Reconocido en 1989 por el Guinness World Records como el río más corto del planeta.
- Longitud exacta: Su recorrido de 61 metros equivale aproximadamente a la longitud de una cancha de fútbol.
- Visitas turísticas: A pesar de su tamaño, es un atractivo natural que se puede recorrer a pie, ideal para quienes buscan sitios peculiares y fotogénicos.
El río Roe también ha sido objeto de investigaciones y artículos científicos debido a su flujo rápido y constante, algo inusual en ríos tan cortos. Su entorno natural y la cercanía con el río Missouri permiten que los visitantes disfruten de paisajes y ecosistemas únicos de Montana.
¿Cómo conocer el río Roe?

Visitar el río Roe es sencillo: se accede desde la ciudad de Great Falls, con señalización turística que indica la ubicación del manantial y el pequeño curso del río. Los turistas pueden caminar por senderos cercanos, tomar fotografías y observar la fauna local. Su importancia no reside en el tamaño, sino en la singularidad y el valor cultural que representa.
Aunque es diminuto, su historia y reconocimiento internacional lo convierten en un ejemplo de cómo la naturaleza puede sorprender con fenómenos únicos. Desde su corta longitud hasta el rápido flujo de sus aguas, el río Roe es un recordatorio de que no siempre lo grande es lo más notable.

