Si hay una planta que logró convertirse en favorita tanto de amantes de la jardinería como de la decoración, esa es la lengua de suegra. Famosa por sus hojas largas, firmes y verdes con bordes amarillentos, no solo embellece cualquier rincón, sino que además tiene múltiples beneficios para la salud y hasta se la considera un amuleto en algunos hogares.
¿Cómo es la lengua de suegra?
La lengua de suegra, cuyo nombre científico es Sansevieria trifasciata, es originaria de África Occidental y pertenece a la familia de las asparagáceas. Su forma es inconfundible: hojas largas, erectas, puntiagudas y con un patrón verde jaspeado que la hace única. Dependiendo de la variedad, puede crecer desde los 30 centímetros hasta más de un metro de altura, lo que la convierte en una planta muy versátil para distintos espacios.
Una planta con mucha historia y varios nombres
En distintos lugares del mundo recibe nombres curiosos como “planta serpiente” o “espada de San Jorge”. En Argentina y gran parte de Latinoamérica se la conoce popularmente como lengua de suegra, por la forma puntiaguda de sus hojas que, según la tradición, recuerdan a una lengua afilada. Más allá de las bromas, se trata de una planta muy apreciada por su resistencia y durabilidad.
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Un recurso ideal para la decoración
Uno de los grandes atractivos de la lengua de suegra es que se adapta a casi cualquier espacio. Su porte vertical la hace ideal para decorar livings, pasillos y oficinas, ocupando poco lugar pero aportando mucha presencia. También es perfecta para darle un toque natural a ambientes minimalistas o modernos, ya que combina con macetas de diseño, cerámica o cemento.
Además, al ser muy resistente, puede vivir en interiores con poca luz, lo que la convierte en una de las favoritas de quienes no tienen experiencia en jardinería.
Cinco consejos para cuidarla
Aunque es una planta muy fuerte, conviene tener en cuenta algunos cuidados básicos:
- Luz: prefiere la luz indirecta, aunque soporta rincones con menos claridad.
- Riego: se debe regar poco, solo cuando la tierra está completamente seca. En invierno puede pasar semanas sin agua.
- Maceta: necesita buen drenaje para evitar que las raíces se pudran.
- Temperatura: resiste bien el calor y los cambios de clima, pero conviene protegerla de heladas intensas.
- Limpieza: es útil pasarle un paño húmedo de vez en cuando para quitar el polvo de sus hojas.
Beneficios para la salud
La lengua de suegra no solo embellece los espacios: también purifica el aire. Según estudios de la NASA sobre plantas de interior, esta especie puede absorber toxinas como formaldehído, benceno y xileno, presentes en pinturas, muebles o productos de limpieza. Además, libera oxígeno incluso de noche, lo que la hace recomendable para dormitorios, ya que contribuye a mejorar la calidad del aire y, con ello, el descanso.
Un “amuleto” en casa
Más allá de la ciencia, muchas culturas consideran que la lengua de suegra atrae energías positivas y protege contra la envidia. Por eso suele colocarse en entradas, balcones o patios, como una forma de “escudo” espiritual. Aunque este aspecto depende de las creencias de cada persona, es un motivo más por el que la planta es tan popular en los hogares.
Cinco preguntas frecuentes sobre la lengua de suegra
- ¿Es una planta tóxica para las mascotas?
Sí, pueden provocar molestias gastrointestinales si se ingiere. Conviene mantenerla fuera del alcance de gatos y perros. - ¿Se puede tener en exteriores?
Sí, siempre que no esté expuesta a heladas fuertes o exceso de lluvia. Prefiere climas templados. - ¿Florece alguna vez?
Sí, aunque no es común. Bajo ciertas condiciones puede dar flores pequeñas, blancas y fragantes. - ¿Cuánto tiempo puede vivir?
Con los cuidados adecuados, puede acompañar a una familia durante muchos años, incluso décadas. - ¿Se puede reproducir fácilmente?
Sí. Puede multiplicarse dividiendo las hojas o los rizomas, lo que la hace ideal para compartir con amigos o familiares.
