El yaguareté (Panthera onca) es un felino imponente que habita en selvas y bosques de América. En Argentina, su presencia es símbolo de fuerza y biodiversidad, pero también un llamado urgente a la conservación: hoy quedan menos de 250 ejemplares en todo el territorio nacional, según datos de la Fundación Vida Silvestre.
Características del yaguareté
Este animal, declarado Monumento Natural Nacional en 2001, puede pesar hasta 100 kilos y medir más de 1,80 metros de largo, sin contar su cola. Su pelaje dorado con manchas negras es inconfundible, y su mordida es la más poderosa entre los felinos, capaz de atravesar el caparazón de una tortuga o el cráneo de un caimán.
Entre sus características más destacadas:
- Peso promedio: entre 56 y 96 kilos en machos adultos.
- Alimentación: carnívora, con preferencia por tapires, pecaríes y carpinchos.
- Esperanza de vida: entre 12 y 15 años en estado salvaje.
Además de su impresionante fuerza, el yaguareté es un depredador tope, es decir, su presencia garantiza el equilibrio de los ecosistemas que habita.
Dónde vive el yaguareté en Argentina
Históricamente, el yaguareté se distribuía desde Misiones hasta el norte de la Patagonia. Hoy su territorio se redujo drásticamente y solo sobrevive en tres regiones: la Selva Misionera, el Chaco Húmedo y los bosques de Yungas en Salta y Jujuy. La fragmentación del hábitat, la deforestación y la caza ilegal son sus principales amenazas.
Yaguareté: por qué no se puede cazar
En Argentina, la caza del yaguareté está prohibida desde 1987 y su protección se refuerza con la Ley Nacional de Fauna y la figura de Monumento Natural. Quien mate a un ejemplar puede enfrentar multas millonarias y penas de prisión.
Esta prohibición responde a su estatus de “peligro crítico” en la Lista Roja de la UICN. Además, su baja tasa de reproducción (una hembra tiene crías cada dos o tres años) dificulta la recuperación de la especie.
Cuidar al yaguareté no es solo preservar a un gran felino: es defender la salud de los ecosistemas y la herencia natural de Argentina.