La Fosa de Tonga se extiende a lo largo del océano Pacífico Sur, cerca del archipiélago de Tonga, en Oceanía. Con más de 1.300 kilómetros de longitud, es un abismo submarino que despierta fascinación en geógrafos, biólogos y exploradores.
Su punto más profundo alcanza los 10.882 metros, lo que la convierte en la segunda fosa más profunda del mundo, solo superada por la fosa de las Marianas. Para tener una idea de su magnitud, si el Monte Everest fuera colocado dentro de ella, aún quedaría cubierto por más de dos kilómetros de agua.
¿Por qué la Fosa de Tonga es tan importante?
Más allá de su récord de profundidad, la Fosa de Tonga es fundamental para comprender los procesos geológicos de la Tierra. Se formó por la subducción de la placa del Pacífico bajo la placa Indo-Australiana, un fenómeno que explica gran parte de la actividad volcánica y sísmica de la región.
Este abismo submarino también cumple un rol clave en la vida marina. Allí habitan especies adaptadas a condiciones extremas de presión, oscuridad y frío, lo que la convierte en un laboratorio natural para los científicos.
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Entre sus características más destacadas se encuentran:
- Profundidad máxima: 10.882 metros.
- Extensión: más de 1.300 km de longitud.
- Ubicación: Pacífico Sur, al este de Tonga.
- Origen: resultado de la subducción de placas tectónicas.
Curiosidades de esta formación submarina
La Fosa de Tonga no solo impresiona por sus dimensiones, sino también por sus misterios. En 2012, un equipo científico registró sonidos en sus profundidades que aún generan debate en la comunidad científica. Además, en sus aguas se han encontrado microorganismos capaces de sobrevivir sin luz solar, lo que abre interrogantes sobre la posibilidad de vida en otros planetas con condiciones similares.
Otro dato curioso es que, por su ubicación y su gran actividad tectónica, la zona de Tonga es considerada uno de los lugares con mayor riesgo sísmico y volcánico del planeta.
Cómo conocer la Fosa de Tonga desde la superficie
Aunque no es posible visitar la Fosa de Tonga en persona como si fuera un destino turístico común, quienes viajen a las islas Tonga pueden acercarse a este enigmático rincón del Pacífico. Desde allí parten expediciones científicas y recorridos marítimos que permiten contemplar de cerca la inmensidad del océano y comprender por qué este lugar sigue despertando tanta curiosidad en el mundo.
