El 20 de febrero de 1943 no fue un día cualquiera en el centro de México. En pleno campo de maíz, el suelo comenzó a abrirse y a expulsar pequeñas nubes de humo. Lo que parecía una anomalía menor se transformó, en cuestión de horas, en el nacimiento del Volcán Paricutín.
En menos de 24 horas, aquella fisura se convirtió en un cono de 50 metros de altura. Doce días después, la nueva montaña ya superaba los 400 metros y expulsaba enormes cantidades de lava y ceniza.
En los primeros meses la actividad fue tan intensa que sorprendió a especialistas de distintos países, quienes llegaron para documentar cada etapa de su evolución. De hecho, es el primer volcán en todo el mundo del que se tiene un registro completo de su formación.
El Volcán Paricutín y su crecimiento extraordinario
Aunque el nacimiento tomó por sorpresa a toda la región, los habitantes de Michoacán ya venían sintiendo semanas de temblores previos. El Paricutín creció a un ritmo inusual y se convirtió en el volcán más joven del campo volcánico Michoacán-Guanajuato, una zona donde se concentran más de mil volcanes.
La erupción del Volcán Paricutín se extendió por nueve años, desde 1943 hasta 1952. Para entonces, la nueva montaña había alcanzado una altura de 2.808 metros sobre el nivel del mar.
La evolución del volcán se dividió en cuatro etapas principales, marcadas por violentas explosiones, columnas de gas y ceniza que alcanzaron hasta 8 kilómetros de altura y la emisión de al menos 23 flujos de lava distintos.
A lo largo de ese proceso, el volcán expulsó 0,7 kilómetros cúbicos de lava y 1,3 de ceniza. La lava avanzó de manera constante, sepultando 25 kilómetros cuadrados de tierras de cultivo y dos pueblos completos: Paricutín y San Juan Parangaricutiro. De este último, sólo quedó en pie la torre de la iglesia, que hoy emerge entre las rocas negras.
Tres datos curiosos sobre este volcán único
- El Paricutín es considerado el primer volcán cuya erupción fue observada y documentada desde su nacimiento por un equipo internacional de científicos.
- En su primer año, el cono creció más de 450 metros y enterró por completo al pueblo que le dio nombre.
- Pese a la magnitud del fenómeno, no se registraron muertes humanas, aunque sí se perdieron miles de cabezas de ganado y más de 2.500 personas debieron reubicarse en la localidad que hoy se conoce como San Juan Nuevo.
La zona donde se formó el Paricutín continúa siendo un punto clave para la investigación geológica. Su origen está vinculado a la subducción de la placa oceánica de Cocos bajo el continente americano, un proceso que alimenta la intensa actividad volcánica del oeste de México.
Gracias a su historia y a su excelente estado de conservación, el Paricutín es considerado un sitio de valor geológico internacional por la Unión Internacional de Ciencias Geológicas (IUGS).