Cada 15 de junio se celebra en la Argentina el Día del Libro. Esta efeméride tiene el objetivo de revalorizarlo como un instrumento de comunicación y trascendencia para las personas. Este es fundamental en distintas etapas de la vida de las personas, en distintos ámbitos y es un hábito que muchas personas lo recomiendan porque les resulta beneficioso para despertar el pensamiento.
Desde 1908 la fecha se celebraba como “Fiesta del Libro”, y en ella se entregaban los premios de un concurso literario organizado que organizaba el Consejo Nacional de Mujeres. En 1924, el gobierno nacional decretó como oficial dicha fiesta y el 11 de junio de 1941 una resolución del Ministerio de Educación cambió la denominación por “Día del Libro”, que se mantiene actualmente.
Día Mundial del Libro
De todos modos, en Argentina también se acompaña la celebración del Día Mundial de Libro, que es el 23 abril en recuerdo del fallecimiento de Miguel de Cervantes, de William Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega.
En 1995, la Conferencia General de la UNESCO, llevada a cabo en París, Francia, decidió rendirle homenaje a nivel mundial a los libros y a sus autores. Es por eso que en honor a estos destacados autores de la literatura mundial decidieron que la fecha adecuada sea el 23 de abril.
Desde los primeros años, la Educación acompaña la revalorización del libro como un elemento clave para el acceso al conocimiento. Si bien en la actualidad coexiste junto a las nuevas tecnologías, no se concibe la existencia de un aula sin libros. Ellos, sigue cumpliendo el trascendente rol de acompañar el acceso al conocimiento.