¿Por qué se celebra esta efeméride?
En diciembre de 2007 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció, mediante la resolución 62/136, el 15 de octubre como el “Día Internacional de las Mujeres Rurales”. Tenía el objetivo de reconocer el papel decisivo de las mujeres en el ámbito rural. Cuando la ONU determinó esta efeméride tuvo la intención de visibilizar “la función y contribución decisivas de la mujer rural, incluida la mujer indígena, en la promoción del desarrollo agrícola y rural, la mejora de la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza rural”, según lo indica en la resolución.
La ONU sostiene que las mujeres rurales son fundamentales para un mundo sin hambre ni pobreza
La ONU indica en su sitio web que en promedio, las mujeres representan algo más del 40% de la fuerza laboral agrícola en los países en desarrollo y más del 50% en determinadas partes de África y Asia.
Sin embargo, “se enfrentan a una discriminación significativa en lo que respecta a la propiedad de la tierra y el ganado, la igualdad de remuneración, la participación en la toma de decisiones de entidades como las cooperativas agrarias y el acceso a recursos, crédito y mercado para que sus explotaciones y granjas prosperen”, asegura el organismo internacional.
La ONU también agrega que esas condiciones de trabajo no sólo empeoran la calidad de vida de las mujeres rurales, sino que además constituyen un obstáculo mundial para terminar con la pobreza y el hambre, ya que “si las mujeres tuvieran el mismo acceso que los hombres a los recursos, la producción agrícola en los países en desarrollo aumentaría entre 2,5 y 4% y el número de personas desnutridas en el mundo disminuiría aproximadamente entre un 12% y un 17%”, afirma la institución.
La labor de las mujeres rurales
Las mujeres rurales trabajan como agricultoras. Labran la tierra y plantan las semillas que alimentan a naciones enteras. Además, garantizan la seguridad alimentaria de sus poblaciones y ayudan a preparar a sus comunidades frente al cambio climático. Sin embargo, todos los indicadores de género y desarrollo muestran que las campesinas se encuentran en peores condiciones laborales que los hombres del campo y que las mujeres urbanas.