Desde nacimientos o fallecimientos de personas célebres hasta eventos que marcaron un antes y un después, en esta nota te contamos tres hechos clave que ocurrieron un 4 de agosto en Argentina.
1900 - Nace Arturo Illia, expresidente argentino
El 4 de agosto de 1900 nació en la ciudad bonaerense de Pergamino el médico y político Arturo Humberto Illia. Se graduó como médico en la Universidad de Buenos Aires y desarrolló su profesión en Cruz del Eje, Córdoba, donde también comenzó su carrera política.
Fue senador, vicegobernador y, finalmente, presidente de la Nación. Ejerció la presidencia desde octubre de 1963 hasta junio de 1966, cuando fue derrocado por un golpe de Estado liderado por el general Juan Carlos Onganía.
Durante su gestión promovió la educación, la salud pública y el desarrollo científico, y se opuso al ingreso de empresas extranjeras con contratos desventajosos para el país. Su salida del poder marcó el inicio de otra etapa de gobiernos de facto en Argentina.
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1905 - Se funda el Club Estudiantes de La Plata
El 4 de agosto de 1905 un grupo de jóvenes exsocios del club Gimnasia y Esgrima La Plata fundó el Club Estudiantes de La Plata. La reunión tuvo lugar en la zapatería "Nueva York", ubicada en la ciudad de La Plata, y su objetivo era crear una institución dedicada exclusivamente al fútbol, ya que en ese momento Gimnasia daba prioridad a otras disciplinas.
A lo largo de su historia, Estudiantes de La Plata alcanzó logros destacados en el fútbol local e internacional. Obtuvo cuatro Copas Libertadores de América, una Copa Intercontinental y cinco campeonatos nacionales.
Conocido como "el Pincharrata", el club se consolidó por su estilo de juego aguerrido y su aporte a la formación de jugadores. Su estadio, bautizado como Jorge Luis Hirschi, fue uno de los primeros del país en incorporar tecnología sustentable.
1976 - Asesinato del obispo Enrique Angelelli
El 4 de agosto de 1976, en plena dictadura cívico-militar, fue asesinado el obispo de La Rioja, Enrique Angelelli, cuando regresaba de oficiar una misa en la localidad de Chamical. Viajaba en una camioneta cuando fue emboscado por un grupo de agentes represores que simuló un accidente automovilístico para encubrir el crimen.
Su labor pastoral incomodaba al régimen dictatorial por su cercanía con las comunidades empobrecidas y su denuncia de las violaciones a los derechos humanos. Durante décadas se reclamó justicia por su muerte, hasta que en 2014 la Justicia argentina reconoció oficialmente que había sido víctima de un homicidio.
En 2019, el papa Francisco lo beatificó como "mártir en odio de la fe", en un acto que lo colocó entre las figuras más emblemáticas de la Iglesia latinoamericana comprometida con los derechos del pueblo. Su legado continúa vivo en múltiples espacios de memoria y organizaciones de derechos humanos.
