Reducir, Reciclar y Reutilizar: una regla importante para crear hábitos de consumo más responsables y fomentar la cultura del reciclado. En esta nota, Billiken te explica de qué se trata cada concepto.
El reciclaje se basa en la regla de las Tres R: Reducir, Reciclar y Reutilizar.
Cada día, se generan cantidades gigantes de residuos, tanto por parte de los hogares como en las empresas e industrias. Y esto constituye un problema, fundamentalmente en tiempos donde el medio ambiente está en peligro. Por eso es importante el reciclado de los residuos.
El reciclaje no es tarea sencilla, tiene distintos pasos y a veces exige un poco de paciencia. Pero, si lo implementamos como un hábito, pronto veremos que ya será parte de nuestra vida cotidiana.
El primer paso de este proceso consiste en reducir el consumo de productos directos, es decir, todo aquello que se compra y que generará más desperdicios. Implica entonces un consumo más responsable que se traducirá en nuevos hábitos y costumbres. Por ejemplo, en vez de comprar 6 botellas pequeñas de una bebida, se puede conseguir una o dos grandes, teniendo el mismo producto pero menos envases sobre los que preocuparse.
Este concepto da cuenta de la posibilidad de volver a utilizar aquellas cosas que ya se han usado y así contribuir a extender su vida útil. Esta tarea tiene por objetivo disminuir el volumen de residuos.
El último paso es el que corresponde al reciclaje. Pero antes del reciclaje en sí mismo, es necesaria la separación de los elementos o materiales para reciclar, como papel, vidrio, cartón, latas y plástico. Es importante mencionar que las cosas deben estar limpias y secas. Este es un paso fundamental y un hábito que puede ir implementándose en los hogares.
Posteriormente, el reciclaje consiste en someter los materiales a un proceso en el cual se puedan volver a utilizar, reduciendo de forma verdaderamente significativa la utilización de nuevos materiales, y con ello, mas basura en un futuro.
La separación en el hogar se complementa con el reciclado y reutilización de productos, el consumo responsable, y el compostaje de los desechos orgánicos. Estas prácticas redundan en numerosos beneficios, entre los cuales se pueden citar: ciudades más saludables, la reducción del consumo de recursos naturales renovables y no renovables destinados a la producción industrial, la reducción de las emisiones de gas, el ahorro en costos de energía, y la promoción de la cultura del reciclado y del consumo responsable.
El 17 de mayo se celebra el Día Internacional del Reciclaje con el objetivo de concientizar a la población sobre la necesidad de reducir, reutilizar y reciclar los residuos para minimizar el impacto ambiental y mejorar la calidad de vida de las personas.
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