La bici es un medio de transporte genial, súper divertido y muy ecológico. Eso sí: hay que tomar algunas precauciones al usarla...
A tu medida
Para poder controlarla y manejarla sin problemas, la bici debe tener el tamaño justo. ¿Una prueba sencilla? La altura exacta es la que permite al ciclista apoyar los pies en el suelo mientras se para poniendo las piernas a ambos lados del caño que va del asiento al manubrio.
Caminos seguros
Hay pueblos y ciudades que tienen carriles especiales para bicis: las bicisendas. Son buenísimas, porque allí no hay peligro de cruzarse con los autos. Si donde vos vivís no existen, es mejor usar la bici sólo en parques, plazas o lugares con muy poco tránsito.
Cuidados básicos
Sin gastar en combustible y sin contaminar el ambiente, la bici nos puede llevar adonde necesitemos ir. Pero tenemos que cuidarla para que funcione bien. Una vez por semana podemos revisar frenos, ruedas, neumáticos y cadena.
En la calle... ¡atención!
Si circulamos por la calle con nuestra bici tenemos que respetar las reglas de tránsito, como cualquier vehículo. Nunca circular de contramano o pasar los semáforos en rojo. Es recomendable usar casco: así evitamos golpes peligrosos en caso de una caída.
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