“Es un pequeño paso para el hombre, un gran paso para la Humanidad”, dijo el estadounidense Neil Armstrong el 20 de julio de 1969 luego de poner un pie en la superficie lunar. Su país, por intermedio de su agencia espacial (NASA), marcaba un mojón en la historia de los viajes espaciales.
Se calcula que unos 500 millones de personas vieron en directo el primer alunizaje humano. ¡Qué conquista!
También te puede interesar >> 20 de julio: ¿Por qué se celebra el Día del Amigo en Argentina?
Y pensar que solo habían pasado doce años del lanzamiento del primer satélite artificial en alcanzar la órbita terrestre, el Sputnik, lanzado por los soviéticos en octubre de 1957. Desde entonces había sido una carrera entre las dos superpotencias para ver cuál de las dos estaba a la vanguardia en materia tecnológica.
Los primeros logros los obtuvo la Unión Soviética (animales en el espacio, viaje tripulado, etcétera) hasta que Estados Unidos consiguió lo que parecía imposible: lanzar un cohete a la Luna, lograr que un humano caminara sobre aquella superficie, recogiera muestras del suelo y que la tripulación regresara sana y salva a la Tierra.
Veo la Tierra
Así se llama el libro que escribió el primer astronauta del mundo, el ruso Yuri Gagarin, quien el 12 de abril de 1961 entró en órbita alrededor de la Tierra con la nave Vostok 1. Dicen que al contemplar el planeta expresó: “Pobladores del mundo, salvaguardemos esta belleza, no la destruyamos”.
¡Pobre perrita!
Antes de que un hombre fuera lanzado al espacio, los soviéticos y los estadounidenses probaron con animales. El más famoso, sin dudas, fue la perra Laika (1957), quien no regresó. Sí lo hicieron los dos perritos enviados en 1960, Belka y Strelka. También fueron lanzados al espacio moscas de la fruta, tortugas y chimpancés…
El planeta rojo
Cumplida la meta de poner un hombre en la Luna (lo que Estados Unidos repitió en varias oportunidades), el siguiente objetivo fue llegar a Marte. La sonda espacial Phoenix, construida por la NASA, fue lanzada el 4 de agosto de 2007 y llegó el 25 de mayo de 2008. Su misión duró hasta el 10 de noviembre del 2008.
El gran ojo
No solo naves o satélites fueron enviados al espacio, sino también grandes telescopios para observar las galaxias. Es el caso del Hubble, que fue puesto en órbita en 1990 y cuyo gran ojo escruta desde entonces los últimos rincones del Universo, nada menos que para averiguar cuándo comenzó la vida.