¿Vendían pulpos? La palabra pulpería tenía su origen en “pulque”, nombre de una bebida alcohólica que hacían los indios. Por deformación y uso pulquería habría pasado a ser pulpería. También se dice que se llamaban así porque el dueño era un verdadero pulpo, es decir, tenía ocho manos para sacarle plata al gaucho.
¿Qué eran?
Eran como un club. Allí iban el gaucho, el negro, el indio, el esclavo... pasaba sorprendido algún extranjero. Se tomaba una cañita algún criollo.
¿Dónde estaban?
En todos lados: en la ciudad, en las afueras, en pleno campo… no solo se bebía si no que también se hablaba mucho, y hasta se organizaban guitarreadas.
Los parroquianos (así se les llamaba a los clientes habituales) se desafiaban en memorables competencias de rimas (las payadas). También se bailaba (afuera, casi siempre) y se jugaba a los naipes o a los dados por dinero. Se vendían telas para confeccionar ropa, botas de potro, rastras, bombachas de gaucho, ponchos, comestibles, remedios, artículos de talabartería. Y también lo que se llamaban los “vicios”: tabaco, papel para armar cigarrillos, yerba, caña, entre otros productos,