Entre sus logros, la quinta mujer de Estados Unidos en obtener la licencia de aviación destacó por inventar una maniobra acrobática y por romper distintos récords de vuelo. En la nota, te contamos su historia.
A comienzos del siglo XX, la aviación aún tenía muchas historias por contar. Y una de ellas quedó a cargo de Ruth Law, mujer pionera que fue la primera piloto en volar de noche, a pesar de los impedimentos de familiares y profesionales de su ámbito.
Aunque las mujeres tenían prohibido expresamente volar aviones durante la Primera Guerra Mundial, la piloto se abrió camino y fue la quinta mujer de su país en obtener una licencia. Y, por supuesto, no es lo único que consiguió.
Law nació en Massachusetts, Estados Unidos, en mayo de 1887. Desde pequeña se interesó por el mundo de la aviación, y su familia no estaba tan alejada del mismo: su hermano, uno de los primeros "doble de riesgo" en las películas, era paracaidista.
No tuvo que pasar mucho tiempo para que a sus 21 años, en 1908, Ruth Law comprara su primera nave aérea, que le perteneció a Orville Wright, otro de los pioneros de la época. Sin embargo, Wright se negó a entrenarla por creer que las mujeres no tenían las habilidades mecánicas necesarias para volar.
Poco le importó a Law pues, a pesar de las dificultades que seguía encontrando, se anotó en una escuela de vuelo en 1912. A los meses realizó su primer recorrido aéreo en solitario y al final del año obtuvo su licencia de piloto, siendo la quinta mujer de Estados Unidos en conseguirla. Además, obtuvo distintos récords:
Ruth Law se propuso, cuatro años luego de obtener su licencia, romper el récord existente de vuelo más largo sin interrupciones de la ciudad de Chicago al estado de Nueva York. Para ello, tuvo que reacondicionar su avión Curtiss Modelo D, al que había apodado "Headless Pusher" (sería "empujador sin cabeza" en inglés).
Para poder asegurarse el viaje sin mayores problemas, le añadió un tanque de nafta extra, expandiendo su capacidad de 61 litros (16 galones) a 200 litros (53 galones). Como se ve en la foto de portada, la cara y cuerpo de la piloto quedaron expuestos a la intemperie, al igual que le sucedía a la mayoría de los pilotos en la época.
En su preparación para enfrentarse a los vientos fríos y posibles lluvias, durmió en una carpa las noches anteriores a realizar la hazaña. Y así, la consiguió en noviembre de 1916, cuando superó los 727 kilómetros que había recorrido Victor Carlstrom. A sus 26 años y luego de cruzar cuatro estados por el aire, Law aterrizó en el estado de Nueva York tras 950 kilómetros de vuelo.
Al momento del aterrizaje, fue increpada por distintos periodistas, y cuando uno de ellos le comentó que había logrado el vuelo más largo jamás hecho por una mujer, Ruth Law lo corrigió: había conseguido el vuelo más largo jamás hecho por un estadounidense.
Después de que Estados Unidos empezó a combatir en la Primera Guerra Mundial, en abril de 1917, Ruth Law hizo campaña para que se permitiera a las mujeres volar aviones militares de combate. Sin embargo, no pudo conseguir las autorizaciones.
Así, escribió el artículo "Let Women Fly!", es decir "¡Dejen volar a las mujeres!", en la revista Air Travel. En él, denunciaba que si una mujer tenía las mismas habilidades en aviación que eran requeridas para pilotos hombres, entonces podían volar los aviones de combate.
Fotografía de portada: colección de Randle y Cristina Egbert / Museo Taft.
Cada continente de la Tierra posee un nombre. No se los bautiza porque sí; su…
Que exista una ciudad capital sin habitantes parece imposible. Las capitales son los centros administrativos,…
Los pistachos son un fruto seco con una alta densidad nutricional que se cultiva y…
Juan Martín del Potro es una de las grandes leyendas argentinas del tenis. El ex…
Cada 1 de marzo se celebran y conmemoran fechas que marcaron un antes y un…
En las inmediaciones de Villa Ventana, considerado el pueblo más alto de la provincia de…