La Real Academia Española define la palabra morgue como dependencia hospitalaria o lugar habilitado para depositar los cadáveres hasta su destino posterior. En esta nota Billiken te cuenta cómo surgió el término.
¿De dónde salió la palabra morgue?
Las fuentes históricas cuentan que durante el siglo XIX, en París, la capital de Francia, era común que los habitantes de la ciudad visitaran la morgue como si fuera un espectáculo. Resulta que era una de las atracciones turísticas más importantes de la época.
La primera morgue de la ciudad se encontraba dentro de La Grand Châtelet, una fortaleza construida a pedido de Luis VI y destruída por órdenes de Napoleón en 1808. A su sótano iban a parar los cuerpos de las personas fallecidas, para que sus familiares pudieran identificarlos, a través de una rejilla. Luego de su demolición, se levantó otro edificio que cumplía el mismo fin.
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El nuevo edificio se encontraba al lado de Notre-Dame, una de los lugares más visitados del mundo. No solo los familiares de los difuntos podían acceder al lugar. Se había convertido en un espectáculo al punto tal, que contaba con una habitación iluminada con luz natural y una ventana vidriada a través de la cual se podían ver los cadáveres exhibidos. La morgue era un lugar muy popular, sobre todo en los días posteriores a un crimen.
Otro de los momentos que llamaba la atención de los visitantes era cuando se rociaba a los cuerpos con agua fría, para evitar su rápida descomposición.
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La gente llamaba "morgue" a este lugar, que en español significa "mirar solemnemente". Tiene que ver con que las personas iban a observar los cuerpos expuestos a través de aquella ventana.