En el universo de la tecnología, los límites parecen no existir. Cada año, las pantallas crecen, se afinan y se perfeccionan, pero pocas veces el tamaño alcanza proporciones verdaderamente colosales. Ese es el caso del televisor más grande del mundo, un impresionante dispositivo que mide nada menos que 325 pulgadas, lo que equivale a más de 8 metros de ancho y 4 metros de alto.
Este televisor fue creado con el objetivo de brindar una experiencia de cine en casa, y está dirigido especialmente a quienes desean armar una sala de proyección privada con la más alta calidad visual. Pero, más allá de su tamaño, lo que verdaderamente llama la atención es la tecnología que lo hace funcionar.
¿Qué tecnología usa el televisor más grande del mundo?
Este colosal televisor utiliza tecnología DVLED (Direct View LED), una evolución de los tradicionales paneles LED, que reemplaza el uso de retroiluminación por diminutos diodos emisores de luz que generan sus propios colores. Esta innovación permite ofrecer colores más vibrantes, contrastes más marcados y un brillo excepcional, incluso en espacios muy iluminados.
Gracias a este sistema, el televisor más grande del mundo no solo destaca por su tamaño, sino también por su calidad de imagen, que puede alcanzar una resolución 8K y una tasa de refresco de hasta 120 Hz, ideal para películas, videojuegos y transmisiones deportivas. Además, cuenta con una durabilidad estimada de más de 100.000 horas de uso.
Características y curiosidades del televisor más grande del mundo

El precio, como es de esperar, también está a la altura del dispositivo: quienes deseen instalar este televisor en sus casas deberán desembolsar más de 1.700.000 dólares, sin contar los gastos de transporte e instalación especializada.
Algunas características clave del televisor más grande del mundo son:
- Tamaño total: 325 pulgadas diagonales (aproximadamente 8,23 metros).
- Tecnología: DVLED (Direct View LED) con resolución 8K opcional.
- Peso: Más de 900 kilogramos, dependiendo de la configuración elegida.
A diferencia de un televisor común, este modelo se arma por módulos, lo que permite cierta personalización del tamaño, aunque el récord sigue perteneciendo al formato completo de 325 pulgadas.
Un paso más allá en el entretenimiento doméstico
Aunque no está pensado para el consumidor promedio, el televisor más grande del mundo representa un adelanto notable en la industria audiovisual. Su existencia nos invita a imaginar cómo serán los hogares del futuro, en los que mirar una película podría sentirse igual que ir al cine… o incluso mejor.
La tecnología avanza y, con ella, nuestras posibilidades de ver el mundo en pantalla también se expanden. Y si bien no todos podremos tener un televisor de estas dimensiones, saber que existe uno tan increíble nos permite soñar en grande.

¡Te has suscrito correctamente!

Te enviamos un correo electrónico para confirmar tu suscripción.
Por favor revisa tu cuenta para confirmar que quieres formar parte de nuestra lista de contactos.

Hubo un error intentando realizar la suscripción.
Intente nuevamente más tarde
