“Me importa un comino” es una de esas frases que se utilizan bastante seguido en los países hispanohablantes. Suele aparecer en situaciones de enojo o cuando algo deja de interesarnos por completo.
Sin embargo, pocos saben de dónde proviene esta expresión ni por qué un comino, una diminuta semilla usada en la cocina, se relaciona con la falta de importancia. Al igual que otras expresiones como “me importa un bledo” o “me importa un pepino”, esta frase tiene un origen curioso que se remonta a varios siglos atrás.
El curioso origen de "me importa un comino"
Si bien es muy difícil determinar el origen exacto de una expresión cotidiana, lo más probable es que "me importa un comino" tenga siglos de antigüedad. El comino era una de las tantas especias de uso cotidiano pero con poco valor económico, a diferencia de excepciones como el azafrán.
Su tamaño pequeño, su bajo precio y su fácil obtención lo convirtieron en un símbolo de lo que vale poco o de lo que no tiene valor. Así, al decir "me importa un comino", se estaba indicando que algo no merecía atención.
Lo interesante es que esta expresión fue adoptada en varios países de habla hispana, desde España hasta Latinoamérica, siempre con el mismo sentido. Su popularidad creció en el habla cotidiana y, con el tiempo, se convirtió en una forma directa y hasta un poco cómica de expresar desinterés.
¿Qué frase similares existen?
La expresión “me importa un comino” no es la única que cumple esta función en el idioma español. Existen varias alternativas que se usan con el mismo propósito:
- "Me importa un bledo". El bledo es una planta silvestre considerada poco útil, por lo que esta frase refleja desdén.
- "Me importa un rábano". Se popularizó porque el rábano era visto como un alimento barato y de poca estima.
- "Me importa un pepino". Aunque el pepino es un alimento fresco, su ligereza lo convirtió en símbolo de algo irrelevante.
Curiosamente, todas refieren a elementos de la naturaleza que son comestibles y también, por su nombre y su uso cotidiano, son fáciles de recordar.
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