Los momentos luego de ocurrido un accidente o incidente son de vital importancia para las personas involucradas. Por eso, los primeros auxilios nos indican cómo se debe actuar para ayudar a quien lo necesite.

¿Qué son los primeros auxilios? Son aquellas medidas inmediatas que se toman para asistir a una persona lesionada, inconsciente o que repentinamente enfermó. Esto puede ir desde llamar a emergencias hasta la reanimación cardiopulmonar, entre otras medidas de ayuda.

Lo que hay que tener en cuenta antes de ayudar es que esté garantizada nuestra seguridad, es decir, que al momento de asistir a alguien (la víctima), no se vea comprometida nuestra integridad física. De esta forma, sabemos que vamos a poder asistir sin problemas.

¿Cuáles son los pasos básicos de los primeros auxilios?

Los pasos básicos de los primeros auxilios pueden resumirse en los siguientes cuatro:

1. Evaluar la escena para descartar riesgos: ¿qué pasó?, ¿necesita alguien ayuda?, ¿cuántas víctimas hay?, ¿cómo puedo ayudar?.
2. Evaluar el estado de la persona que necesita ayuda, lo más rápido posible: mover suavemente a la víctima y hablarle, preguntando cómo está, qué siente. Hay que evaluar si responde o si está inconsciente. ¿Está respirando? ¿Respira bien o respira mal? ¿Hay alguna hemorragia externa que podamos ver?.
3. Luego de esas dos evaluaciones, activar el sistema de emergencias sanitarias (SES): hay que llamar a una ambulancia o, de no ser posible, a la policía. Esto lo hace uno mismo o alguien que sea designado por uno mismo para esa tarea específica. El 107 es la línea nacional de emergencias.
4. Asistir a la víctima según la evaluación y/o garantizar su seguridad: iniciar la maniobra necesaria según el problema. De no saber cómo hacerlo, quedarse con la persona hasta que llegue la asistencia médica.

En muchos casos, la técnica más utilizada es el RCP, ya que es una maniobra para la que no es necesario ser un médico profesional. Cada vez más personas están aprendiendo a realizarla, dado que puede salvar vidas.

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¿Qué es el RCP?

La Reanimación Cardiopulmonar (RCP) es una maniobra de emergencia que, de hacerla correctamente, puede salvar la vida de la persona que necesite ayuda. El objetivo de hacer RCP es garantizar la oxigenación de los órganos vitales, es decir, que el oxígeno pueda llegar a esos órganos de forma normal.

La técnica consiste en aplicar presión rítmica sobre el pecho de una persona que haya sufrido un paro cardiorrespiratorio. No es necesario, como en el pasado, hacer respiración boca a boca, ya que se descartó por motivos de higiene, sanidad y también seguridad: no sabemos si la persona pudo haber ingerido algo venenoso o está enferma.

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¿Cuáles son los pasos de la RCP para los primeros auxilios?

Hay una canción muy conocida que se asocia a la realización de RCP: "Stayin' alive", de los Bee Gees. Esta permite mantener el ritmo que establece el protocolo de RCP, que es de 100 a 120 compresiones por minuto.

Por eso, muchas veces se recomienda tener esa canción en mente mientras realizas la maniobra, que consta de:

1. Descubrir el pecho de la persona lo más posible, dejando solo una capa de ropa.
2. Apoyar el talón de una de tus manos en el centro, sobre el esternón.
3. Colocar la otro mano encima de la primera y entrelazar los dedos.
4. Después de que los brazos estén perpendiculares al pecho de la persona, trabar los codos. Los brazos tienen que quedar extendidos.
5. Iniciar las compresiones hasta que la persona reaccione: presionar el tórax de la persona, fuerte y rápido. El ritmo de "Stayin' alive" ayuda en esto.
6. Si la persona no reacciona, continuar con la RCP hasta que llegue la asistencia médica. Si la persona reacciona, girarla sobre uno de sus costados, que es la posición de recuperación, hasta que llegue la asistencia.

La RCP varía según la persona. La lista de pasos a seguir que detallamos es para personas adultas, por eso sugerimos ver las especificaciones en caso de que se trate de un bebé o un niño de tamaño pequeño.

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¿Qué significa DEA y para qué se usa?

El Desfibrilador Externo Automático (DEA) es un dispositivo electrónico que tiene el mismo objetivo que las compresiones manuales: el de reanimar a la persona.

¿Cómo lo hace? El DEA envía impulsos de corriente continua al corazón para que este retome su ritmo cardíaco normal. Al utilizarlo, hay que seguir las instrucciones que indica y tener en cuenta qué, al realizar la descarga eléctrica sobre la persona, nadie debe estar tocándola. Si no, recibirá el mismo impulso de corriente.

Se recomienda buscar un DEA al momento de iniciar los primeros auxilios. En caso de haber dos personas, una puede iniciar la RCP y otra buscar el dispositivo. En Argentina, la Ley N° 27.159 establece la obligación para los espacios públicos y privados de acceso público de contar con un Desfibrilador Externo Automático.