Las personas logran percibir los colores de las cosas gracias la visión cromática. Esta se produce por la estimulación de diferentes longitudes de ondas de luz sobre nuestros ojos.
Dicha estimulación no puede ser infinita y de cualquier tipo; es por ello que contamos con un número limitado de colores que podemos ver.
Sobre ondas y colores
Los conos de los ojos son células fotosensibles que se encuentran ubicadas en la retina, sobre la llamada capa de fotorreceptores. Son ellas las responsables de que podamos ver en colores.
Existen tres tipos de conos:
- Tipo L - sensibles a longitudes de onda larga (color rojo)
- Tipo S - sensibles a longitudes de onda corta (color azul)
- Tipo M - sensibles a longitudes de onda mediana (color verde)
Nuestro sistema visual permite distinguir colores a través de la combinación de los tres primarios: el azul, el rojo y el verde.
Lo que el humano no ve
¿Sabías que hay colores que los humanos no podemos ver? La gran mayoría de los humanos ven las cosas en canales de rojo, verde y azul, correspondientes a los tres conos de nuestra retina. Algunos humanos tienen suerte y nacen con cuatro canales, los llamados "tetracrómatas", pero no más que cuatro.
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Los camarones mantis, por ejemplo, ven las cosas no en cuatro, ni ocho, ni diez, sino ¡doce canales diferentes! Incluso pueden ver la luz ultravioleta y polarizada, que por la forma en que se propagan no se hacen disponibles al ojo humano. El camarón lo agradece, ya que esta amplitud le garantiza un mayor entendimiento del mundo que lo rodea y, sobre todo, de sus posibles amenazas.
¿Qué significa todo esto? Que hay colores secretos que nunca vamos a llegar a conocer. Y no, tampoco es posible imaginar nuevos colores. Tendrán que quedar en el misterio.
