Hay muchas leyendas de la mitología griega que perduraron en el tiempo y llegaron a la época actual. Entre dioses y semidioses, pasando por criaturas fantásticas, la historia de las aventuras de un personaje ilustran lo que hoy conocemos como la paradoja de Teseo.
Esta idea explica una inquietud muy particular: si todas las piezas de un objeto se reemplazan por otras, ¿sigue siendo el mismo o pasa a ser un objeto diferente? Así, la pregunta tiene como objetivo indagar sobre la esencia y la identidad de las cosas.
¿Quién era Teseo en la mitología griega?
Teseo era un rey de Atenas, uno de los tantos héroes mitológicos famoso por matar distintas criaturas. Entre ellas, se encuentra la que originó la leyenda más conocida de este personaje griego: la del Minotauro. Otros de los villanos que el rey griego logró vencer fueron:
- Perifetes.
- Sinis (también Sines).
- Procusto (también Procustes).
- Cerción.
Como buen viajero, Teseo recorría años en los mares del norte planetario. En una de sus travesías, volvía de la isla de Creta (actual Grecia) junto a su tripulación en un barco que, por su edad, sufría cada vez más el desgaste natural. Durante el camino, tanto Teseo como los otros navegantes repararon el navío hasta que, al llegar a Atenas, todas las piezas del barco original habían sido reemplazadas por completo.
Así, cambiar pieza por pieza, la nave en que llegaron era, materialmente, una nueva. Esta historia, narrada por Plutarco en uno de los apartados de su libro Vidas Paralelas, fue la que originó en la filosofía occidental la famosa paradoja de Teseo.
¿Por qué la paradoja de Teseo cuestiona la identidad?
Desde que Plutarco recuperó la historia de Teseo y su tripulación, la filosofía occidental se partió la cabeza dando vueltas a una inquietud sobre la identidad. El rey griego había partido en un barco y vuelto en otro distinto en cuanto a su composición. Entonces, ¿seguía siendo el mismo?
Con este gran problema, durante siglos distintos filósofos se preguntaron por la esencia de los objetos y de los cuerpos, y, en última instancia, por su identidad. Así, la paradoja del barco de Teseo puede aplicarse a múltiples situaciones en que un objeto cambia sus partes por completo, o las más vitales.
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Uno de los ejemplos se vincula a la biología: si todas las células de un cuerpo se renuevan (proceso que efectivamente ocurre), ¿sigue siendo el cuerpo "original"?. Otro ejemplo puede relacionarse con los automóviles y su reparación.
¿Qué otra pregunta despierta la paradoja de Teseo?
Si bien la historia termina donde mencionamos, hay una segunda pregunta que surge en relación al reemplazo de cada una de las piezas del barco.
En caso de guardar todas las partes que fueron reemplazadas, y utilizarlas para construir una o más naves marítimas, ¿estas también serían el barco de Teseo? ¿O serían navíos completamente diferentes a pesar de estar hecha del mismo material que el original?