Cuando ocurre un incendio, el humo es una de las primeras señales visibles. Puede aparecer en forma de columnas densas que oscurecen el cielo o como nubes más claras que se elevan con rapidez. Más allá de su aspecto, su color y densidad permiten conocer la intensidad del fuego y los elementos que se están consumiendo.
El humo está compuesto por gases calientes, vapor de agua y partículas sólidas en suspensión. Estas partículas pueden ser muy nocivas, ya que incluyen hollín, compuestos químicos y restos de materiales que no alcanzaron a quemarse por completo.
¿Cuáles son los tres tipos de humo?

El humo puede variar de color dependiendo del tipo de combustión y del material que se está incendiando:
- Blanco: suele estar asociado a una combustión con abundante oxígeno. Indica que los materiales se están quemando con mayor limpieza, aunque también puede aparecer al inicio de un incendio, cuando se libera vapor de agua.
- Gris: es el más común y refleja una mezcla de diferentes materiales en combustión. Su densidad y toxicidad varían según la proporción de plásticos, madera o tejidos que se consumen.
- Negro: se produce cuando hay poca presencia de oxígeno y una combustión incompleta. Es típico en incendios de plásticos, neumáticos y derivados del petróleo, y se caracteriza por su densidad y toxicidad.
Cada tonalidad del humo puede ser interpretada como una pista sobre el fuego. Mientras el humo blanco sugiere un incendio más controlado o en etapas iniciales, el humo negro alerta sobre un fuego intenso y materiales altamente contaminantes.
Lo que revela en un incendio

Para los bomberos y especialistas en emergencias, el humo funciona como una señal de alerta. Observar su color y comportamiento permite anticipar cómo evolucionará el incendio y qué peligros implica para la salud de las personas. Algunas de las claves más importantes son:
- La densidad: un humo más espeso indica que los materiales no se están consumiendo por completo.
- La toxicidad: los humos derivados de plásticos y químicos resultan más dañinos que los de origen vegetal.
- La visibilidad: los colores oscuros dificultan la visión y aumentan el riesgo durante la evacuación.
