El puenting es una de esas experiencias que frenan la respiración. La imagen de este deporte extremo es conocida: alguien se prepara en un puente, respira hondo y salta al vacío sujetado solo por una cuerda. La caída dura unos segundos, pero la sensación de libertad, vértigo y rebote queda grabada para siempre.
A simple vista puede parecer una actividad improvisada, pero en realidad exige equipamiento profesional, supervisión constante y materiales diseñados para resistir grandes tensiones. Por eso, lejos de la idea del "salto irresponsable", hoy el puenting se practica en entornos controlados y con estrictos protocolos de seguridad.
Qué es el puenting y cómo se vive el salto en este deporte extremo
El nombre anticipa el lugar: el puenting se practica desde un puente o estructura elevada, y el desafío consiste en lanzarse sujeto a una cuerda elástica que amortigua la caída.
El sistema funciona gracias a un arnés —colocado en los tobillos, el pecho o el torso— que transmite la fuerza hacia la cuerda, permitiendo una desaceleración progresiva y un rebote que marca el final del salto.
La clave está en la experiencia sensorial: el cuerpo entra en tensión, se libera en el salto y se estabiliza en el rebote final. Esa combinación de vértigo y alivio es la que atrae a miles de personas en el mundo. Según distintos operadores especializados, no se requiere entrenamiento previo, pero sí un estado de salud adecuado y la disposición a seguir instrucciones estrictas.
Tipos de puenting
Existen varias modalidades dentro del puenting, cada una con sensaciones distintas y sistemas de sujeción propios. Entre las más conocidas se encuentran:
- Péndulo vertical: el salto genera un movimiento oscilatorio que imita el vaivén de un péndulo.
- Bungee tradicional: el arnés se coloca en los tobillos y la caída es completamente vertical.
- Goming: similar al bungee, pero con cuerdas más elásticas que producen un rebote más intenso.
En todos los casos, la altura, el tipo de cuerda y la posición del arnés modifican la experiencia, por eso los centros especializados ofrecen asesoramiento previo para elegir la modalidad adecuada.
Consejos esenciales de este deporte extremo para saltar con seguridad
Quienes trabajan en esta actividad coinciden en un punto: nunca hay que practicar puenting por cuenta propia. Se recomienda acudir a operadores certificados, revisar el estado del equipo y evitar llevar objetos sueltos que puedan desprenderse durante el salto. Además, es importante informar condiciones médicas preexistentes y evaluar si el cuerpo está preparado para vivir un impacto emocional y físico tan intenso.
Hoy las empresas dedicadas a este deporte extremo utilizan materiales regulados y personal capacitado, lo que permite que la experiencia sea segura y accesible para personas sin entrenamiento previo. La emoción es intensa, pero el salto siempre debe ser responsable.