Meteorólogos afirman que 2024 fue un año "extremadamente activo" en términos de huracanes.
Conocemos a muchos de ellos: hemos oído hablar del Katrina, el Milton, Debby, Galveston, Sandy, Camille entre otros. Una duda común es: ¿cómo eligen sus nombres?
¿Por qué los huracanes tienen nombre?
El uso de nombres ayuda a los meteorólogos -y al público- a seguir las tormentas. Los meteorólogos empezaron a seguir un sistema alfabético, dando un nombre "A" al primer huracán de la temporada, un nombre "B" al segundo, y así sucesivamente.
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Los nombres de los huracanes del Pacífico siguen el mismo sistema, pero tienen sus propias listas designadas.
Además, hay una razón aún más desconocida que explica el nombramiento de los huracanes. Psicológicamente, se supone que la adopción de apodos nos ayuda a “humanizar” a estos fenómenos climáticos. Así, ponerles nombre es también una técnica efectiva para calmar el miedo masivo que pueden causar.
¿Qué tipos de tormenta hay?
La tormenta tropical pasa a ser un huracán cuando alcanza vientos de 118 kilómetros por hora, como mínimo. Teniendo en cuenta ese parámetro, existen 5 clases:
- Clase 1 - Vientos de entre 118 y 153 kilómetros por hora.
- Clase 2 - Vientos de entre 154 y 177 kilómetros por hora.
- Clase 3 - Vientos de entre 178 y 209 kilómetros por hora.
- Clase 4 - Vientos de entre 210 y 249 kilómetros por hora.
- Clase 5 - Vientos de más de 250 kilómetros por hora.
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Finalmente, según la escala de Saffir-Simpson, que clasifica los ciclones tropicales según la intensidad del viento. Se pueden establecer las siguientes categorías:
- Depresión tropical - Se trata de un grupo de tormentas con vientos de hasta 63 kilómetros por hora.
- Tormenta tropical - Los vientos están en un rango de entre 63 y 117 kilómetros por hora.