El Golfo de México es una cuenca oceánica que comparten México, Cuba y Estados Unidos. Lleva ese nombre desde hace más de 400 años, cuando apareció en mapas de distintos exploradores europeos que llegaron al continente americano.
Sin embargo, en el último mes fue noticia la intención del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de modificar el nombre de la cuenca oceánica. Firmó la orden para que figure como "Golfo de América" en los mapas oficiales y en las comunicaciones federales del país, pero no puede hacerlo a nivel internacional.
Lo que causó sorpresa, más allá de la decisión de Trump, fue el anuncio de Google. La empresa tecnológica dijo que una vez que el nuevo nombre aparezca en las fuentes oficiales del gobierno estadounidense, también se modificará la denominación del Golfo en el sitio de Google Maps.
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¿Quiénes podrán ver el "nuevo" nombre del Golfo de México en Google Maps?
Como mencionamos más arriba, el presidente de Estados Unidos no puede cambiar el nombre del Golfo de México a nivel internacional. Sólo tiene la potestad de iniciar la modificación, pero para concretarla es necesario atravesar muchas etapas.
Sin embargo, en Google Maps pronto podrá verse el cambio. Sin embargo, el "nuevo" nombre, Golfo de América, sólo estará disponible para usuarios en Estados Unidos. Para quienes residan en México, dijo la compañía, el nombre visible seguirá siendo aquel que rige en todo el mundo: Golfo de México.
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Así, una vez que la denominación esté actualizada en las fuentes oficiales del gobierno estadounidense, será posible ver "Golfo de América" en el Maps de Estados Unidos. En el resto de países, comentó la empresa tecnológica, podrán verse ambos nombres.
¿Qué etapas se tienen que cumplir para cambiar el nombre a "Golfo de América"?
A nivel nacional, el nombre "Golfo de América" debe ser aprobado por la Junta de Nombres Geográficos (BGN) de Estados Unidos. De suceder, la nueva denominación solo aparecería en comunicaciones federales y mapas de uso oficial en el país norteamericano. Pero México y Cuba (países que comparten las aguas del golfo con Estados Unidos) no estarían obligados a utilizarlo, así como tampoco el resto del mundo.
A nivel internacional, el proyecto de Donald Trump debe ser evaluado por la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar o la Organización Hidrográfica Internacional. Esta última garantiza que "todos los mares, océanos y aguas navegables del mundo estén inspeccionados y cartografiados".
