Un muchachito llora sobre el hombro de un adulto. El muchachito tiene 17 años, es futbolista y lo llaman Pelé. El adulto es el arquero de la selección de Brasil que acaba de ganar la Copa del Mundo por primera vez en su historia.
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Pelé hizo dos de los cinco goles con que su equipo sacudió a Suecia en la final. ¡Dos golazos! Uno de cabeza y el otro con el pie, después de pasar la pelota sobre la cabeza del arquero. A Pelé le tiemblan las piernas y no puede parar de llorar. Ese día, 29 de junio de 1958, el mundo tomaba nota de que había nacido una maravilla, una joya del fútbol.
Muchos dirían después que fue el mejor de todos los tiempos. Pelé, su apodo, oculta el nombre de Edson Arantes do Nascimento, nacido en 1940. ¿Cómo jugaba? Era rápido y hábil, muy hábil, y un goleador implacable. Sabía jugar en equipo y también se las arreglaba solo. Sus pases eran precisos. Muchas veces lo marcaban tres jugadores juntos... ¡inútilmente! Cuando saltaba a cabecear, parecía detenerse en el aire antes de golpear la pelota. Le decían "la perla negra".
Pelé y la Selección de Brasil
Nadie hizo tantos goles en la selección de Brasil como él: 77 en partidos oficiales. En el estadio Maracaná, en Río de Janeiro, hay una placa con las huellas de los pies de Pelé. Jugó cuatro Mundiales, de los cuales su equipo ganó tres: Suecia (1958), Chile (1962) y México (1970).
Sin embargo, solo fue gran protagonista en el primero, que fue su consagración, y en el último, donde compartió el equipo con notables estrellas. En el de Chile las cosas no le fueron bien, aunque no fue culpa suya. Había llegado con fuertes dolores en la ingle, que le quitaban movilidad. Jugó un partido completo e hizo un gol, pero en el segundo salió muy dolorido antes del final. Y no pudo disputar el resto de la Copa.
¿Cuántos goles marcó?
Si se toman en cuenta los que hizo en partidos oficiales jugando para el Santos, los que marcó en el Cosmos y en la selección de su país, suman 760. ¡Tremendo! Pero si a esa cifra se le agregan los que señaló en amistosos, que fueron muchísimos, se llega a un número astronómico: 1.282 goles en 1.351 partidos jugados. Casi un gol por partido.
Sobre textos de: Rodolfo Piovera