Epecuén, el pueblo inundado que se convirtió en una atracción turística - Billiken
 

Epecuén, el pueblo inundado que se convirtió en una atracción turística

Aproximadamente a 500 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, se encuentra este pueblo que tuvo su época de oro en la década de 1970 y que en la actualidad, gracias a su capacidad de resiliencia, supo reconvertirse para resurgir de entre las ruinas. En esta nota, Billiken te cuenta su historia.  

Si se trata de lugares que han quedado suspendidos en el tiempo, uno de ellos es Epecuén, el pueblo que quedó en ruinas luego de una gran inundación. Sin embargo, resiste el paso del tiempo y se ha convertido en una atracción turística.

La historia de Epecuén

Villa Epecuén está ubicada en el partido de Adolfo Alsina, provincia de Buenos aires, a poco más de siete kilómetros de la localidad de Carhué. Fue fundada en el año 1921 a orillas del lago Epecuén y llegó a tener cerca de 1.500 habitantes.

Una de las características destacadas de Epecuén es el alto nivel de salinidad del agua, lo cual habilitó las aguas termales que hicieron crecer el interés turístico en la zona. Desde entones, el pueblo no paró de crecer. Se desarrolló su infraestructura urbana, se inauguraron hoteles y residencias y se crearon industrias vinculadas a la sal.

La década de 1970 fue quizá la época de oro de Epecuén. Durante los veranos recibía aproximadamente 25 mil turistas que querían disfrutar de la tranquilidad y los beneficios de las aguas termales. Sin embargo, el caudal irregular de la laguna generaba problemas ya que había riesgos de que las lagunas de la zona se secasen o, por el contrario, se produzcan inundaciones. Entonces se inició la construcción en 1975 del canal Ameghino, una obra de ingeniería que conectaba varias cuencas de la zona y regulaba el caudal de agua de las lagunas de la región. Sin embargo, la obre se abandona como consecuencia de la llegada de la última dictadura cívico militar.

Epecuén

La gran inundación

Para 1980 el panorama se agrava como consecuencia de las fuertes lluvias que amenazan al pueblo de Epecuén, ya que la laguna crecía cada año, lo que provocaba el riesgo de que se rebalse el terraplén de la costa. En 1985 la provincia de Buenos Aires sufría una de las peores inundaciones de la historia por el desborde del Río Salado. Durante esa crecida, los vecinos del pueblo temían que el terraplén cediera ante la fuerza del agua, pero las autoridades municipales y provinciales desestimaron el riesgo. Finalmente, el 10 de noviembre de 1985 sucedió lo tan temido. La contención cayó y el pueblo quedó bajo el agua. La población fue evacuada en su totalidad durante un lapso de dos semanas. El pueblo quedó vacío y los habitantes perdieron todo lo que tenían por efecto de la inundación.

A partir de acá el agua fue cubriendo lenta pero implacablemente al pueblo de Epecuén, cuyas ruinas quedaron inundadas durante dos décadas. Para el año 1993, la localidad se encontraba a siete metros bajo el agua. Pero lo trabajos de contención que se hicieron posteriormente hicieron que el agua comience a bajar.

Actualidad y actividad turística

En la actualidad, el nivel del agua retrocedió casi en su totalidad por lo que pueden verse las calles y las ruinas de los edificios más emblemáticos, que son visitadas por turistas, periodistas y fotógrafos de todo el mundo.

Desde el 2021, Epecuén se consolidó como eje turístico del partido bonaerense de Adolfo Alsina. Sus visitantes concurren movidos por el interés en las aguas de la laguna, cuya salinidad es similar a la del Mar Muerto. Asimismo, las ruinas del pueblo también se han convertido en un atractivo turístico con sus árboles y edificios cubiertos de salitre. Después de la tragedia de la gran inundación, Epecuén sigue en pie y con capacidad de resiliencia, supo resurgir de entre las ruinas.

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